- Cantarranas (II): Cores, El Cuervo, Los Arenales y el Bosque Pequeño
- Fuente del Moro (IV): los venajos, antecedentes y génesis
En este capítulo trataremos sobre los términos incluidos entre la LR-306, el Barrio de la Estación, el arroyo de Valtracones y el río Ebro. Además, incluiremos el término del Cuervo, pese a que se encuentra al otro lado de LR-306, ya que las viñas que se encuentran en este territorio junto con las de Cores forman un mismo conjunto, Viña Pomal.
La primera jurisdicción que vamos a presentar es la de Cantarranas. Es la demarcación más cercana al núcleo urbano y conocida por este nombre desde antiguo al encontrarse en estos parajes fincas roturadas por los judíos harenses, junto a las del Viano o Alviano, las Callejas, Hondón o Dondón y parte de la Vega, manteniendo estas propiedades hasta su expulsión en tiempos de Bernardino Fernández de Velasco, tercer Conde de Haro. Tras su destierro, estas tierras serían repartidas por el Concejo dividiéndolas en lotes de fincas comunales y de terrenos para personas privadas, todo bajo las órdenes del Conde. Seguirían, por lo tanto, siendo una zona muy explotada por el sector primario, debido a la calidad y ordenación del término.
Asimismo, debido a la existencia de numerosos canales y acequias, sería un importante distrito de concentración de actividades de molienda que se encuentra referenciado en el catastro realizado por el Marqués de la Ensenada y en todos los posteriores. Podemos asegurar que es una circunscripción que ha sufrido una intensa trasformación en los últimos dos siglos (finales del XIX y todo el siglo XX), debido a los avances que ha presentado la ciudad: Actividad vinícola y ferroviaria, y, por último, pero no menos importante, la eléctrica. La trasformación final ha venido marcada por el despegue urbanístico de la zona con una amplia construcción de viviendas, en su mayor parte unifamiliar, durante la primera década del siglo XXI.
Despegue urbanístico de la zona
En este término y alrededor de la estación de ferrocarril Castejón-Bilbao, inaugurada en 1863, comenzarían a ubicarse las primeras firmas vitivinícolas jarreras, hoy más que centenarias, formando lo que hoy es conocido como Barrio de la Estación.
Cantarranas se encuentra delimitada al Norte por el río Ebro y una porción de Cores, al Este por el Bario de la Estación (considerado ya en los Catastrones del año 1934 como zona urbana), al Sur por el antiguo Carravillalba o el camino a Villalba de Rioja, como se le denominaba a la actual LR-306 y, al Oeste con Cores y la última vía comentada. La entrada a este término se realizaba (como todavía se hace) por un vial procedente del Puente de Piedra. Los cambios respecto a la tercera década del siglo pasado son muy evidentes.
El camino ha sido urbanizado en todo su primer tramo, transformándose en la calle actual que cubre el doble trayecto entre el Puente de Piedra y el camino moderno, y desde dicho puente y la estación de FFCC. La vereda moderna conecta la calle con la LR-306 (paralelo al canal de Arrauri, hasta la central San José) y con un nuevo acceso al territorio de Cores (GR-99), por medio de unas escaleras, junto al antiguo trayecto del Bobadilla. La otra pista que existe parte desde la LR-306 tras cruzar un viaducto del tren de vía estrecha sobre esta carretera, yendo a morir al comienzo del camino de Cantarranas. En el pasado se denominaba homónimamente al pago, como senda, habiendo otro derrotero más, desaparecido, que partía de la primera “Fábrica de luz eléctrica” hasta prácticamente la plazoleta de la Estación.
Comentaremos, por último, la existencia desde antiguo (alrededor del siglo XVI si no anteriores) de diversos molinos en esta zona y la antigua Carravillalba, como el del Vicario Fernando Ruiz de San Vicente, Antonio Ruiz de San Vicente Valandia o los del Marqués de Bendaña.
Algunos de estos molinos se trasformaron en “fábricas de luz eléctrica”, aprovechando los grandes trabajos de ingeniería hídrica que se llevaban realizando desde la Edad Moderna, al término del siglo XIX.
Comunicado con este pago por una moderna escalera (que es parte del GR-99), se encuentra el término de Cores ocupando una cota de 499 metros en su punto más alto. Limita al Norte con los Arenales y el Ebro, al Este con el Barrio de la Estación, al Sur con Cantarranas y al Oeste con el Cuervo. Volvemos a constatar la antigüedad de dicho pago, ya que aparecieron restos arqueológicos, y es incluido en el catastro de la Ensenada.
En la actualidad, está casi ocupado en su totalidad por una plantación vinícola, que forma una unidad con la plantación del Cuervo, siendo denominada Viña Pomal que cuenta con una extensión de 69 hectáreas, estando cultivada en espaldera y en vaso con las variedades tempranillo, tempranillo blanco y garnacha blanca, con una edad de 28 años. Es un proyecto diseñado para su desarrollo sostenible, rodeando una parte de la bodega siguiendo las pautas de los Chateaux franceses, tal como informa la bodega en su página web. Tiene varios caminos que atraviesan la demarcación siendo dos los más importantes, el ya comentado que une Cantarranas con el camino de los Arenales y el que parte a la LR-306 y cruzándola lo une con los caminos del Cuervo (al sur del anterior, cercano al cruce de la LR-306 y LR-401). Existe una senda que rodea el cerro por el lado Norte ofreciendo unas espectaculares vistas del Ebro, el recodo de Zaco, los Obarenes y la sierra de Toloño. Comentar que en el lado Norte, más allá de las vías férreas, la franja de ribera del Ebro recibe el nombre de “El Sombrío” en los Catastrones de 1934.
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