- Fuente del Moro (III): la Jira
- Fuente del Moro (I): términos entre la N-126 y LR-202, Fuente del Moro y el límite con Anguciana y Casalarreina
En los siguientes capítulos trataremos el aspecto más lúdico de las demarcaciones que hemos estudiamos en el capítulo anterior presentando el paraje de Fuente del Moro, la fiesta que se celebra en ella, como final de las fiestas septembrinas, denominada la Jira, además de una de las actividades más características de los jarreros que ha generado hasta una expresión netamente harense, VENAJO, y comentaremos el paso del Bobadilla por estos lares. La mayoría de la información la podemos encontrar en los dos primeros volúmenes de “Temas Jarreros” de Fernando de la Fuente.
Fuente del Moro es antigua dentro de la villa de Haro. Su situación originaria era al final de Fuente Nueva y el comienzo de el Batán, un poco más al Oeste de la localización actual. Es nombrada en 1752 por un arreglo recogido en el Libro de Cuentas de la Villa. En 1781 existe un pleito entre los maestros canteros Pedro Zalbide y Jacinto Olara contra el Concejo, debido a una obra en esta fuente y otras actuaciones (José Manuel Ramírez Martínez, “La MNML ciudad de Haro”, 2017). Curiosamente, este maestro cantero vizcaíno, Pedro Zalbide, sería jarrero de adopción al contraer matrimonio con la viuda harense Ángela de Urbina. Tenía un carácter un tanto peculiar, ya que era muy dado a pleitear en cuanto creía vulnerados sus derechos. Dentro de la vida pública ocuparía posiciones relativamente importantes, colaborando con diferentes cofradías.
Más tarde, en 1849, tal como nos informa Fernando de la Fuente, al nombrarse pastor de la dula o de los pastos comunales, Mateo Puelles, se le advierte que sería el responsable de los daños que generasen en la fuente el ganado allí llevado a pastar. Estos prados de Fuente Nueva también eran el lugar donde se recogía las reses bravas que serían lidiadas en las corridas de Haro.
Durante los siguientes años será nombrada en diferentes ocasiones como cuando se solicitaría el uso del sobrante de las aguas para un molino en los Egidos en 1864 ó tala de una chopera en 1869. También en su entorno se celebraría la romería de San Felices, hoy Batalla del vino, tal como ya comentamos, al estar ocupados los Riscos de Bilibio por tropas carlistas durante los años 1873, 1874 y 1875. Escaso tiempo después se procederá a una profunda reforma que conllevará el cambio de ubicación, situándose la fuente en su lugar actual. El trabajo se realizaría en 1878, inaugurándose el día de San Juan Bautista de ese mismo año. La obra la llevo a cabo el maestro de obras Juan García Ros junto al cantero local Marcelo Villar Delgado. Se construyó una pequeña plazoleta o glorieta, con una columna o pilar con cuatro caños. El agua sobrante se recogía en unas arquetas. La fuente se remata con una figura en bronce de un moro, sentado al modo oriental, con un jarrito en la mano, en el que figura el año de su puesta en servicio. El nombre con el que se designa a la estatua es Aber-Harr, correspondiendo el diseño al industrial harense Felipe Pérez, siendo fundida por Goitia&Cia de Beasain. Asimismo, se adecuarán los accesos.

Doce años después se tiene que realizar actuaciones urgentes debido a las características del paraje, siendo bastante común los estancamientos e inundaciones debido a lo pantanoso del terreno. Esto en parte se solucionará con multitud de sacas de tierra, que aportarán ganancias al Concejo. También ayudarán a ampliar el paraje, igualar el terreno y desecarlo (se realizaron en los años 1901, 1902, 1904, 1911, 1917, 1918, etc.) También en 1900 se plantarán unos trescientos árboles que transformarían el entorno.
En 1907 se procederá a unas reformas para evitar que se inunde la plazoleta. Al desmontar la columna, ésta se rompe, teniéndose que construir una nueva para sustituirla, siendo realizada por José María Gutiérrez Castillo, pudiéndose apreciar su firma a día de hoy. Asimismo, se varía la posición de Aber-Harr, dejándolo de tal manera que pueda observar a quién entra por el pago por el camino de acceso que viene del Norte.

Tras estas reformas y sacas de tierra, se han realizado diferentes actuaciones. Una de ellas sería la construcción de la línea de ferrocarril de vía estrecha de Haro a Ezcaray, conocido como el Bobadilla. Ferrocarril que partía de la estación “Empalme”, aledaña a la Estación de la línea Tudela-Bilbao, parando en “Haro apeadero”, situada en el término de la Carretera Nueva lindando con los Egidos. La vía entraba en el paraje por un paso a nivel con la carretera de Haro a Montón de Trigo, hoy de Anguciana (L.R. 202).



Esta línea ferroviaria significaba el linde entre el Fresno y el paraje de Fuente del Moro con un derrotero Noreste-Suroeste. Si el mote más común, que se ganó este tren, entre las gentes jarreras, fue el de Bobadilla, esto es bobada o insignificante tren, debido a su pequeño tamaño, en el Moro y en los venajos se le conocería como el “Matamachos”, debido al atropello de tres acémilas castreñas el 21 de mayo de 1917 o el incidente más grave con un tractor, el 18 de junio de 1958, en el paso a nivel que existía en la hoy entrada el paraje de Fuente del Moro, dejando un herido grave.


El parque además de haber sido ampliado en múltiples ocasiones, dotándole de mesas de hormigón en los años 70, sería objeto de una rehabilitación de la fuente en los años 90 y en otras ocasiones durante esta década y en la siguiente. Ya en el siglo XXI se construirían asadores antincendios y se añadirían un buen número de mesas de madera, a la vez que Aber-Harr recuperaría su aspecto original después de haber presentado diferentes aspectos a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.



Hemos de recoger que esta apreciada fuente harense ha sido objeto de varios actos vandálicos. Los primeros se produjeron en 1896, causando una fuerte impresión en la población. Volviendo a producirse en 1938. Y como e recordarán se han repetido, en más de una ocasión y tiempo escaso entre ellos, en fechas recientes.
Por último citar la mesa de mampostería que se encuentra junto a la fuente, que es denominada popularmente como “Mesa del Ayuntamiento” o “Mesa de Piedra”.


