UGT de La Rioja ha reclamado este 25N un compromiso social inequívoco de todas las instituciones y los poderes públicos en la erradicación de las violencias machistas, así como el refuerzo del Pacto de Estado Contra la Violencia de Género, en el acto público celebrado bajo la lluvia en la puerta del sindicato en Logroño.
Distintas mujeres pertenecientes al sindicato han colgado un mural reivindicativo en la fachada del sindicato y han procedido a la lectura del manifiesto; entre ellas, la responsable del Área de la Mujer de UGT La Rioja, Ana Belén Gil y la agente de Igualdad del sindicato, Estela Pavón, quien ha nombrado, una a una, el nombre y edad de las mujeres asesinadas este año a manos de sus parejas o exparejas. “Un largo reguero de víctimas que pone de manifiesto la necesidad de ir a la raíz de la violencia machista para erradicarla; no valen parches, no valen medidas y leyes a medias que no se ejecutan, debemos tomarnos en serio la violencia machista en todos los ámbitos y en todas sus expresiones para ponerle fin, desde la educación, hasta los centros de trabajo y nuestras familias, todos los ámbitos están impregnados inevitablemente de la cultura machista y patriarcal”, ha expresado Pavón.
Ejecutar leyes contra la violencia de género
En este sentido, el sindicato ha instado a “ejecutar las leyes contra la violencia de género, tanto la estatal como la de La Rioja, ahora inmersa en un periodo de consultas, en el que esperamos tengan en cuenta nuestras aportaciones, así como a contar con presupuesto suficiente”. De igual modo, Pavón ha recordado la necesidad de crear el Observatorio contra la violencia de género de La Rioja, “apostar por la formación desde las escuelas, universidades”, codo con codo “con todos los profesionales que trabajan con mujeres víctimas y supervivientes”.
Por último, Pavón ha llamado la atención sobre la necesidad de “cuidar las relaciones entre hombres y mujeres en los centros de trabajo” mediante el cumplimiento de la normativa que obliga a empresas y Administraciones Públicas a contar con protocolos de prevención e de acoso sexual y acoso por razón de sexo, acordados y negociados con la representación sindical ya que, como indica el convenio de la OIT, “toda persona tiene derecho a un mundo del trabajo libre de violencia”.