El estado del inmueble de la calle Pinar 72 ha provocado que durante muchas legislaturas se planteara su derribo. La acometida actual de los trabajos de demolición por parte del Ayuntamiento ha sido “complicada” por la “precariedad” de parte de las medianeras de los inmuebles colindantes, que “estaban empujándolo parcialmente haciendo muy peligrosa la intervención”, señala el alcalde David Mena.
Pero no sólo eso. El alcalde recuerda que el expediente de tramitación ha sido también “muy complejo”. “Cortar el tráfico de esa calle era un perjuicio para los habitantes de esa zona, y este equipo de Gobierno ha tenido una especial sensibilidad a todos estos temas”, asegura Mena, que señala también que la “peligrosidad” de la no intervención se puso de manifiesto en las últimas navidades, “obligando a cerrar el tráfico y acelerando ligeramente el expediente ya en fase de adjudicación de las obras”.
Recuerda Mena que la “primordial y primera actuación” ha sido realojar a los habitantes de las viviendas colindantes para tener “una absoluta tranquilidad y garantizar que sólo habría daños materiales”.
“La meteorología ha ralentizado las obras, pero a día de hoy la demolición se ha terminado y se está retirando el escombro. Todos los elementos que no estuvieran estables se han demolido manualmente y retirado con los escombros dejando las medianeras horadadas pero estables. En unos días, cuando se retire el escombro y se pueda apuntalar sobre firme, se acometerán las obras de consolidación de las medianeras”, explica Mena.
“Hoy hemos terminado con lo más complicado de la demolición”
Asegura el alcalde que se comprometió con los vecinos a hacerlo “cuanto antes visto la falta de avences y así se ha cumplido. Lo hemos hecho prioridad municipal, no podíamos dejar a los vecinos en esa situación, porque se llevaba así demasiados años”.
“Ha sido muy complicado, salvando situaciones difíciles, hasta para la propia empresa encargada de la demolición”, que trasladó al Ayuntamiento que los trabajos suponían “un gran reto de dificultad y hoy hemos terminado con lo más complicado de la demolición de lo que es propiamente la casa de la calle Pinar 72”, destaca Mena. “La fachada principal ha sido derribada y hemos quitado el gran peligro que era para toda la ciudad esa casa, pero no paramos aquí, seguiremos con otros inmuebles en mala situación, y en la que sus propietarios no están actuando y obraremos en consecuencia, sin miramientos y con decisión dentro de nuestras posibilidades”, promete Mena.