Si avanzamos por el camino paralelo al Cauce, que recibe el nombre de camino de Atamauri, pasaremos, una vez superada la AP-68, al de San Pelayo en su vertiente Sur, donde, como ya dijimos, se encuentra el cerro del mismo nombre y que al igual que Tragahombres se encuentra ceñido por su lado Sur por el camino de Atamauri y el Cauce, por su lado Norte por la LR-401 y la Cantera, al Este por la AP-68 y al Oeste por Rubina y el arroyo homónimo.
Demarcaciones contiguas a San Pelayo
Debido a la concentración parcelaria su constitución se ha modificado sustancialmente, sobre todo los caminos. El principal derrotero actual, denominado San Pelayo, es en realidad la conjunción de otras tres rutas correspondientes a otras tantas demarcaciones contiguas a San Pelayo (la Cantera, Rubina y la Platera). Al Norte, como acabamos de comentar, se encuentra la Cantera, que ocupa un rectángulo entre la carretera de Villalba, el propio San Pelayo, que lo rodea casi en su totalidad, y el arroyo de Rubina al Oeste.
Es en este término donde comienza la actual vereda corriendo paralela a la AP-68, para girar perpendicularmente buscando el cerro por su vertiente norte y el arroyo de Rubina. Antes de llegar a la senda que nos lleva a la cima de San Pelayo encontramos una construcción relacionada con la viticultura, una caseta que cumplía las funciones de guardaviñas, actualmente en ruinas, quedando en píe los cuatros muros de sillería. Choza que aparece referenciada ya en el catastro de 1936 (polígono 20, hoja 1).
Desde este camino podemos llegar a la cima del cerro, donde encontramos unos restos muy interesantes, ya que en la planicie superior podemos observar las ruinas de una edificación, de lo que pudo ser otro guardaviñas ligado a un lagar de campo cuya construcción presenta dos partes diferenciadas. En una de ellas observamos un pasillo labrado en las lastras, cuyas paredes se encuentran hundidas, que una vez transitado distinguiremos una estancia que parecía estar construida con una semibóveda de sillares sobre un arranque labrado en la misma lastra.
Junto a esta estructura encontraremos un lagar de campo rectangular, actualmente totalmente disimulado por zarzas. Restos cuya ubicación no se encuentra señalizada y en lastimoso estado, pese a su potencial importancia. Asimismo, para completar estos remanentes existen varias catas arqueológicas que, posiblemente, sean las que se realizaron en la primera década de este siglo encuadradas en el proyecto de “Paisajes del vino”, en el que se incluía el controvertido proyecto del campo de golf, de las cuales no he logrado encontrar los resultados.
Si descendemos por la misma senda para volver al camino, avanzaremos para cruzar el arroyo de Rubina para llegar al término del mismo nombre. Más al Norte se encuentra la Platera, siendo actualmente el camino de San Pelayo la linde entre estos dos términos. Rubina se extiende desde el Cauce y la Culebra por el Sur, la Platera al Norte, San Pelayo al Este y el camino de Atamauri y el arroyo de la Culebra al Oeste. Siendo la Platera el rectángulo que se sitúa entre la LR401, la Cantera y Rubina.
Rubina también contiene restos significativos, ya que, en una cota situada próxima al camino de Atamauri, podemos observar una estructura cuadrada de la únicamente se conservan parte de sus ruinosas paredes, junto al arranque de la puerta. La entrada está orientada hacia el Este, y para realizar la pared opuesta se ha utilizado la lastra, pudiéndose contemplar los sillares de los muros Norte y Sur. En su extremo Sur encontramos una pequeña lagareta, o tal vez abrevadero. Complejo que posiblemente estuviese relacionado con la viticultura, pudiendo ser un nuevo guardaviñas carente de indicación alguna.
Continuando por la ladera de la colina, en una nueva lastra aparecen otras tres oquedades rectangulares, dos con orientación Este-Oeste y la tercera cruzada perpendicularmente. La orientación de las primeras ha conllevado, sin certeza, a considéralas tumbas, pero a día de hoy parece confirmarse que se tratan de lagares de campo de los denominado lagaretas o cubetas (dato que podemos consultar en “Lagares rupestres: Aportaciones para su investigación” Coord. por Margarita Contreras Villaseñor, Luis Vicente Elías Pastor. ADRA. 2015, y que parece terminar con la controversia de la posibilidad de que sea una necrópolis.
Por este lado del término se ubicaría la linde con el término de la Culebra, lugar este que está a caballo entre los términos ribereños, los más occidentales y Atamauri, que trataremos en el siguiente capítulo de forma exclusiva.
Por último, reseñar que en el lado Sur de este término desembocan en el Cauce o Canal de Arrauri, los principales arroyos de esta zona el de Rubina y la Culebra, existiendo, asimismo un camino de nuevo cuño, que cruza el término para unir el camino de San Pelayo con la parte alta de Atamauri.