La zona que hoy visitamos es uno de los ejemplos del despegue de Haro en los últimos años. Si investigamos en los planos de los “Catastrones” hay zonas que actualmente son “urbanas”, que en la década de los treinta eran completamente rústicas y fuera de la población. Hablaremos de la zona desde la desembocadura del Oja-Tirón hasta el límite con Gimileo, poniéndonos el otro límite en la N-124, lo que los jarreros conocemos como la “Circunvalación”, esto es desde la salida del Barrio de la Estación hasta el cruce del Cementerio y la cuesta del mismo nombrada en una planimetría del ING, fechada el 28/12/1925, como Pecho de Gimileo.
Hoy en día podemos acceder a la Boca del Ebro desde el puente del Oja-Tirón atravesando los aparcamientos de El Ferial, para, tras pasar por debajo del puente de Hierro, encarar el camino de la ribera que nos dejará en la misma Boca.
Mucho ha variado esta zona desde hace unos años a esta parte, ya que en el pasado el río Oja-Tirón realizaba un meandro que bordeaba el “Tergal” y “Confecciones Orive”, para desembocar en el Ebro. Sinuosidad que antaño no era tan pronunciada debiendo tener en cuenta que el Oja-Tirón siempre ha sido muy caprichoso para variar su cauce.
Puente de hierro
A día de hoy, nada más rebasar el puente de Hierro existe un camino circular, señalado como GR, que nos llevará por la ribera hasta el mismo punto, el término del Remolino.

Bordeando la nueva depuradora de las bodegas seguimos al Oja-Tirón en su desembocadura en el Ebro, añadiendo que en ambas riberas del afluente está permitida la pesca dentro de las fechas hábiles, pudiendo encontrar desde truchas, carpas, loinas y negrillos o también los menos queridos alburnos, black bass, e incluso siluros y, en extrañas ocasiones, algún lucio. Una vez que salimos del camino principal accedemos a la Boca del Ebro.
Paraje que sería muy apreciado para el esparcimiento por los jarreros que lo considerarían, desde tiempos inmemoriales, lugar de relajo en los calurosos meses de julio y agosto. Aunque el Ebro también se cobraba sus víctimas, ya que era un sitio donde eran frecuentes los sustos y ahogamientos debido a la bravura de la corriente, que, además, en numerosas ocasiones, sobre todo en épocas otoñales e invernales, cuando se producen crecidas de ambos ríos, la convierten en zona inundable. El término del Remolino, además de por la Boca del Ebro, está conformado por el rectángulo que forma la ribera del Oja-Tirón desde el puente de Hierro, debiéndose añadir la vía férrea hasta Iturrimurri.

La parte baja del cerro de la Mota, entre el puente de Piedra del Oja-Tirón y el puente de Hierro, es el término del Castillo, nombre que recibe de la fortaleza que en su cima se asentaba.
El camino que descendía desde la ciudad se denominaba de la Charca, yendo paralelo a la ribera a través de las huertas, senda que lindaba con la vía del ferrocarril. Hoy en día podríamos considerarlo como el que descendiendo desde la calle San Bartolomé, cruza la N-124 y corre paralelo a ella, hasta la caseta de control del Ebro.
Desde el puente de Hierro hasta el nuevo Ferial se extendían huertas, al igual que hacia la ribera del Ebro hasta la unión con la línea férrea y el paraje de Iturrimurri, donde podemos observar los desagües de la fuente y otros arroyos desde donde tras llegar a una fuerte pendiente nos presentamos en el límite entre Iturrimurri, Miralobueno y Matúlleri.
La vía férrea y el actual polígono industrial nos indican las lindes, ya que desde la ribera llegamos a Iturrimurri, abandonando Miralobueno a nuestra derecha y teniendo en frente a Matúlleri.

Camino de Matúlleri
Entrando por el antiguo camino de Matúlleri y dejando a nuestra derecha el final de Miralobueno podremos descender, por el camino de la actual depuradorada para cruzar el arroyo de Fuente Juanillo, desde donde veremos las huertas de Matúlleri y se abre un camino sin salida, que acaba en una finca en el recodo de Gimileo. Atrás hemos dejado otros términos jarreros, actualmente englobados en el término de Fuenteciega, ya que seguido a Miralabueno se extiende el Matero y ya cerca del “Pecho de Gimileo”, Ubieta.