Laura Mediavilla, de 33 años, fue nombrada la pasada semana Jarrera Mayor de las fiestas de Haro. Cuando contaba 15 años se le diagnosticó una paraparesia espática familiar. Sin embargo, este golpe emocional y físico no iba a condicionar sus movimientos. Las barreras que encuentra a su paso las derriba con entusiasmo y con una sonrisa diáfana desde que era niña. Laura aprendió entonces una lección y la acabó transmitiendo a su cuadrilla de amigos y amigas: “No hay límites que no sean aquellos que nosotros mismos nos imponemos”. Su grupo de amigos es el núcleo central que la alimenta y a ellos y a su familia les demostró que tendría que adaptarse al medio para seguir creciendo.
Ahora, a la espera de la proclamación oficial, Laura es la Jarrera Mayor, la figura que sirve de referencia al vencidario durante las fiestas que están por llegar en junio y las que vendrán luego en septiembre. Resulta que donde nadie quería estar allí estará ella, rubia de pelo largo, ojos claros, mirada despierta, junto a las tres niñas que ejercerán durante esos días festivos como Jarrera Infantil y damas de honor: Irene Riaño, Isabella Martínez y Sharay Uría.
Y ante todo, no hay miedo a nada. La silla eléctrica que traslada a Laura de aquí para allá desde hace algunos años no es más que una mera herramienta que le facilita las cosas. Lo más valioso de ella es ella misma, y vale un valer. Y precisamente que nadie se presentara al nombramiento de Jarrera Mayor le abrió los ojos. “Que no había nadie que se presentase y que se animase a la gente a hacerlo a través de las redes sociales. Cuando lo vi me planteé ¿por qué no?
Parece ser otra nueva muestra de valentía de Laura.
Tampoco me lo pensé demasiado, la verdad.
Y una vez hecha pública la decisión del tribunal de la convocatoria, supongo que habrá recibido cientos de mensajes de felicitación y de apoyo.
¡Jajajaja! (ríe). Sí. Me siento un poco desbordada por todas las llamadas que he recibido, dándome la enhorabuena y deseándome todo los mejor.
Y todas con la mejor de las intenciones, supongo.
Claro. Todos me han transmitido mensajes de alegría, haciéndome sentir que se sentían muy contentos con la noticia.
Pero visto ese aluvión de mensajes y llamadas, ¿se arrepiente de su decisión?
¡Nooooo! Ni mucho menos. Lo he hecho convencida de ello y volvería a hacerlo mil veces.
A pesar de las circunstancias, parece evidente que nadie va a disfrutar de esos momentos como Laura, porque sabes exprimir lo mejor de lo que llega.
Estoy segura de que será así. Me han dicho que es una experiencia inolvidable, así que exprimiré al máximo cada momento.
¿Cómo se viven las fiestas que están por llegar, las de la Batalla, usted que tiene la suerte de contar con una gran cuadrilla de amigas?
Pues con mucho entusiasmo y mucha alegría, en un ambiente genial.
Es consciente de que sus circunstancias la van a convertir en un referente, sin lugar a duda.
Bueno. Hay hechos que, por suerte o por desgracia, te sitúan en un contexto. Pero es entonces cuando dices ¡viva la vida! Porque está para disfrutarla, desde el primer hasta el último segundo, aunque sepas que en tu caso lo vas a hacer de una manera algo diferente. Puedes pensar en el mañana, en lo que va a llegar una hora o diez minutos después. Pero lo importante es apurar cada instante y disfrutarlo al máximo.
“Hay muchas opciones y todas forman parte de nuestra vida”
Después de seguir su recorrido, parece claro que nada ha conseguido limitar sus movimientos.
Es que hay muchas opciones y todas forman parte de nuestra vida.
Llega el momento de la proclamación, obligaciones de agenda y logística, compra de vestuario…
Pero eso no va a plantear ningún problema. Sinceramente, una de las cosas que más me gusta es ir de compras.
¿Y qué han comentado las amigas al enterarse del próximo acontecimiento?
Que cuento con todo su apoyo, incondicional. Y que se alegraban muchísimo. Lo celebraremos juntas. Lo que está por llegar es apasionante.