Siguiendo con nuestro listado de montes y cerros de nuestra ciudad, en este capítulo hablaremos de los situados en los Obarenes que ocupan una de las posiciones más septentrionales dentro de nuestra Comunidad.
El monte más norteño es el Vértice de la Serna (587 m) encontrándose dentro de la conocida como Serna Alta. Antaño, esta demarcación pertenecía al rey por lo que sería reconocida como Serna del Rey. Alfonso VIII donaría la parte perteneciente a su persona a los monjes de Herrera, donde fundarían una granja. Los cultivos se asentarían en la Serna Baja, cercana al río Ebro, construyéndose la propiedad entre el Vértice y la corriente fluvial. Hacienda muy importante como pudimos ver en el capítulo dedicado a Atamauri, también propiedad del monasterio. Posesiones que, junto a Oreca, causarían múltiples pleitos con el Concejo de Haro.
La Muela o San Formerio
Si seguimos un derrotero hacia el Oeste encontraremos con la cima conocida como la Muela o San Formerio (692 m) existiendo cierta controversia sobre su denominación, ya que ambos nombres son usados, indistintamente, en las distintas rutas o referencias que se proponen en las webs especializadas y la literatura, aunque el término del monte se sitúa en una franja de terreno entre el Sombrío de la Muela y la Serna Alta. Al Norte de estos pagos se sitúan las salinas de Herrera y hacia el Sur se encuentran restos de lo que pudo ser una explotación de hierro.
Al sur de estas dos estribaciones, nos encontramos el Vértice de las Campas (706 m) colina que se encuentra en el término municipal del mismo nombre, donde se puede apreciar una zona de concentración de hornos de ferrerías. Según se recoge en la obra de Las cuevas de Herrera, el monasterio cisterciense y la Camándula actual, de Ignacio Alonso Martínez, estas campas también fueron conocidas como las Campas de Orlando.
Las cuatro cimas que nos quedan por nombrar son las más meridionales de los Obarenes jarreros. Siendo, de Este a Oeste, Los Riscos de Bilibio, el Cerro de la Villa, Peña Colorada y la Peña del Mirandés (aunque en alguna referencia también se nombra como Peña de los Mirandeses). De los Riscos hablaremos en unos capítulos monográficos, donde conoceremos la zona de forma exhaustiva debido a su importancia histórica.
Respecto al Cerro de la Villa (672 m), se encuentra al lado Este, izquierdo, de la AP-68 respecto a los Riscos de Bilibio, teniendo un nuevo itinerario para ascender a la cima, ya que en un pasado cercano se podía acceder a esta cumbre desde la antigua fuente del Portillo, por una encrucijada que dividía las rutas a las diferentes peñas y cerros. Al realizarse el trazado de la AP-68 desaparecieron la mayor parte de estas rutas junto a la fuente, creándose unas vías completamente nuevas para el acceso a todas las estribaciones.
El siguiente monte es Peña Colorada (693m) también conocida como Aizgorri, citándose como Aicoría en una avenencia de Fernando III. Para acceder a su cumbre existe una nueva ruta como en el caso del Cerro de la Villa, ya que la antigua, conocida como senda de Peña Colorada, ha sufrido variaciones drásticas por las diversas actuaciones en las concentraciones parcelarias. La peña del Mirandés (689 m) es la cima más occidental y está formada por un par de peñascos como cumbres. La más accesible, que presenta un curioso buzón cimero, limita con el municipio de Villalba por Peña Redonda.
Estas últimas estribaciones forman una muralla natural que ha determinado que el término municipal que se encuentra en su base, sea reconocido con el nombre de los Castillos.