Factores de calidad del vino de Rioja: el suelo (II)

• Factores de calidad del vino de Rioja: el clima (III)
• Revisión de los factores de calidad del Rioja: Introducción (I)

Los factores de calidad de los vinos de Rioja son los suelos, el clima y las viníferas. Distinguimos siete tipos de suelo, pero los importantes, por significado vitícola, son tres.

Arcillo calcáreos. En el mapa se presentan en color amarillo y sobre el terreno son de color ocre. Se ajustan a terrazas escalonadas. Son parcelas pequeñas de bordes no rectos y la viña media tiene una superficie de 0,3 hectáreas.

Difíciles de trabajar, dan año tras año vinos excelentes en tinto, vinos ricos en tanino y en potasio de valor pH de entre 3,6 y 3,9 puntos. Arcillo ferrosos. En el mapa se presentan de color granate. El prototipo es la roca de Nájera. La viña media tiene una superficie de 0,5 hectáreas. Da tintos de pH 3,5.

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En el arcillo calcáreo, en profundidad, tierra de color ocre alternando en sándwich con estratos horizontales de roca arenisca caliza, que es la roca de edificios, palacios, castillos e iglesias de Rioja. Es suelo muy pobre que produce la mejor uva.

Los suelos arcillo ferrosos son de color granate y tienen poca roca. Ésta es dura, profunda e inclinada.

Los suelos aluviales son llanos y fáciles de trabajar.

Las cuevas para conservar el vino se elaboran fácilmente en los suelos arcillo calcáreos y se conservan muy bien.

Una línea de trazo grueso expresa la sensación exterior de cada suelo. Arcillo calcáreo en escalera, arcillo ferroso suavemente alomado y aluvial plano.

Son los montículos que separan los valles marcados por los afluentes del Ebro, por su margen de la derecha. Se supone que de ello surgió el ‘vaso de bon vino’ evocado por Berceo. Vinos de pH 3,6. Y, finalmente, los suelos aluviales, que son gravas de las riberas de los afluentes y del Ebro, y hasta del mismo río Ebro a partir de Logroño.

Son suelos que permiten viñas de más de una hectárea y facilidad de trabajo. Excelentes para blancos y rosados, aunque tienden a tintos un tanto ligeros que presentan pH 3,5. Ricos en antocianos y no tanto en taninos.

Consideraciones

La orogénesis de la calidad del vino de Rioja le debe más al padre Ebro que a sus afluentes.
En el año 1973 elaboramos este mapa de los suelos de la Denominación de Origen Rioja. pretendíamos poner al vino de Rioja al nivel del de Burdeos y del Borgoña pero fue rechazado por poder alterar el precio de la uva. Nos pareció una apreciación extraña. Sin embargo, no hubo rechazo técnico.
En 1977 el Ministerio de Agricultura publicó un mapa de cultivos. En él la Cuenca del Oja parece de gran cultivo. Hoy las viñas han descendido de las laderas a la riera del río Oja.

Es una subida y bajada cíclica en la viticultura española. Se vende mal el vino y el cultivo de la viña trepa por las laderas; la calidad del vino mejora. Si se vende bien, la viña desciende a la ribera y la calidad del vino empeora.

Alguna vez se nos ha preguntado, siendo los suelos arcillo calcáreos ricos en potasio, si fertilizando suelos aluviales con potasa su vino podría parecerse al del suelo arcillo calcáreo. La respuesta es no.

Antiguamente, los abuelos del ámbito rural llamaban tierra de cereal a lo aluvial y suelo de viña a la arcilla calcárea.

Hay suelos aluviales altos que, junto a los almendros, dan unas tintas buenas, pero el aluvial bajo, de ribera, no es idóneo para tintos.

Cuando hablamos de ‘terroir’ es cuando la uva tinta la producen cepas de más de treinta años, pues entonces llegan a la roca madre sus raíces. Es cuando la raíz profundiza dos metros.

Nuestro mapa fue rechazado, pero no se ha sustituido por una escala mejor de valor. Paradójicamente, en la época del régimen anterior se oía “por el imperio hacia Dios”. Hoy en la viña se puede decir “por la productividad hacia la miseria”, pues el precio no lo pone la calidad de la uva sino su abundancia.

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