A resulta del desarrollo, las medidas tomadas y las consecuencias de acciones de administración del Equipo de Gobierno en la última legislatura, y las diversas contramedidas de la oposición, se ha generado una alta volatilidad política y un sentimiento de paralización. También ha contribuido a esta inestabilidad y sensación de estancamiento a nivel local, los distintos cisnes negros que hemos padecido en estos últimos cuatro años (pandemia, guerra en Ucrania, hiperinflación…), junto a una difícil relación con el Ejecutivo Autonómico. Esto ha hecho que haya un récord de candidaturas para las próximas elecciones municipales del 28M. Tenemos a los partidos ya representados en el consistorio: PSOE, PP, PR (completamente reconstituido), Ciudadanos e Unidas Podemos (IU y Podemos). Vox ha saltado en Haro, presentado por primera vez una lista. Y los nuevos partidos VINEA y Por la Rioja.
Todas están candidaturas han movilizado al mayor número de personas de la serie histórica democrática en unas listas municipales, dando un nuevo aire, con la retirada de varias personalidades políticas históricas; la lógica nos impone una doble conclusión, una positiva y otra negativa. La positiva es el aumento de iniciativa y nuevas ideas con la llegada de esta regeneración política. La negativa es el ‘amateurismo’ de ciertas listas, lo que significa que en ciertos aspectos se desconoce el funcionamiento muy burocrático y formal de la política local. Como también la pérdida del realismo, primando un idealismo no del todo objetivo, debido al carácter novel de dichas listas.
Pero la pregunta clave que nos debemos hacer es la siguiente: ¿Qué esperamos del resultado de estas elecciones? ¿Cuáles son los retos a superar por las diferentes candidaturas?
“Un nuevo impulso”
Básicamente lo que se espera del nuevo Consistorio es un nuevo impulso, que nos saque de este ‘impasse’ en el que parece que nos encontramos. Necesitamos, en primer lugar, un impulso que genere la creación de nuevos mercados laborales, en definitiva, puestos de trabajo. Estos últimos años, ha sido un verdadero problema la generación de empleo dentro de la ciudad, haciendo que muchos tengamos nuestro trabajo fuera de la comarca y de la comunidad autónoma.
Es fundamental que el nuevo equipo de Gobierno logre una perfecta conjunción con el Gobierno Autonómico (que es el responsable último), para poder generar la revolución en el campo económico jarrero. Hay que reconocer que hay una paralización, cuando no una regresión, en el campo empresarial. Deberíamos ser capaces de consolidar este conjunto de PYMES, logrando que sea atractivo estos emprendimientos, y mantenerlos en el tiempo, sin que desaparezcan con las jubilaciones de los autónomos, por ejemplo.
Hay que generar, por los diversos medios que se disponen en ayudas europeas, estatales y autonómicas, una nueva inversión, que apuesten por una reconversión bajo los conceptos de la I+D+I. Asimismo, habría que replantearse y proyectar programas de intervención que ayuden al sector comercial jarrero. Teniendo en cuenta los nuevos tiempos y las nuevas formas de comprar hay que lograr dinamizar y consolidar este comercio de cercanía. Tarea harto difícil debido a los nuevos hábitos que hay que modificar.
Si nos decantamos por ser una ciudad de servicios y turística, debemos trabajar mucho más en la calidad y cantidad de estos. Si lo que queremos es ser un referente en enoturismo, cultura vitivinícola y turismo de calidad, debemos mejorar en casi todos los campos desde los más básico, tales como aparcamientos, hasta la formación e información sobre los diversos “tesoros” de los que disponemos y están completamente abandonados. El nuevo Equipo de Gobierno tiene que dinamizar, coordinar al sector e involucrar a todo el personal implicado, para lograr hacer atractivo esta forma de turismo.
Otro campo a mejorar, y en cual ya se ha dado algún paso, es controlar los gastos generales del Ayuntamiento. Tenemos que lograr que el Consistorio de esta ciudad sea lo más eficiente posible, para poder rebajar estos gastos, y reinvertir estos nuevos beneficios generados en las mejoras de las diferentes infraestructuras, las cuales presentan un deterioro bastante considerable. Hay que racionalizar todos los mantenimientos para que los activos municipales sean operativos a lo largo de los años. Y dentro de los nuevos proyectos de mejoras debería existir un plan para rehabilitar el casco antiguo, como una prioridad bastante alta. Así mismo se debería exigir las mejoras en los caminos rurales y la recuperación de los entornos naturales, exigiendo a la autoridad competente que realice las gestiones adecuadas. Hay que lograr que la ciudad sea de nuevo cómoda y habitable para todos los jarreros, atractiva y acogedora para el forastero que llega. Una ciudad para todos, con unas infraestructuras adecuadas, renovadas y con un sostenimiento adecuado.
Así mismo, necesitamos un vuelco en la política del campo de la cultura. El estancamiento en este campo es evidente. Hay que insuflar nuevos aires a la Ciudad, que renueven y mejoren las actividades culturales. Se está viviendo en exceso de los réditos del pasado, lo que ha hecho que otras poblaciones organicen eventos culturales más atrayentes. Así mismo, hay que replantearse gran cantidad de actividades y conceptos dentro de los diferentes festejos que celebramos en la Ciudad. Y unido a todo lo anterior, la recuperación y mantenimiento de todo nuestro patrimonio, muy abandonado.
Por último, deberíamos conseguir una mayor coordinación con el Gobierno Autonómico (sin importar cual sea su color y la simpatía con el Equipo de Gobierno local). Es fundamental una misma dirección, que procure nuestro desarrollo pleno y sostenible.
Esencialmente sería estas las líneas maestras básicas exigibles al nuevo Equipo de Gobierno, que estimularían de nuevo a Haro a la vanguardia del impulso riojano. La exigencia a todos los partidos va a ser muy alta después de estas elecciones. La encrucijada en la que se encuentra la política local va a exigir un alto grado de eficiencia, innovación y trabajo, al nuevo Concejo (a su totalidad, y resalto esto último, a todos). Desgraciadamente, probablemente nos encontremos en un punto, que nos exige una elección que puede determinar nuestro futuro de una manera muy condicionante para los siguientes años. Estaremos atentos a los programas. Así que a los candidatos les deseo eso de “suerte, valor y al toro”.