A Jesús Santos (Haro, 1975) su pasión por el motor le viene de “siempre”. Ahora, con la ayuda de su hijo Asier, vuelve a retomar una afición que paralizó de alguna manera la pandemia. Con apenas 19 años, recién llegado de la mili y con el carné de conducir en el bolsillo, comenzó a pilotar un R-5 Turbo en diferentes pruebas de ‘slalom’ y subidas que se corrían en La Rioja. Ahora, con unos cuantos añitos más y un hijo adolescente siguiéndole los pasos, ha adquirido recientemente un Mercedes CLK 230 Kompressor para empezar a “darle caña” al ‘drift’, una modalidad que descubrió en el circuito de Miranda y en la que va a empezar a competir próximamente.
Tu pasión por el motor no viene de ahora precisamente.
Mi pasión por el motor ha sido de siempre, desde el año 94, que vine de la mili. Ya con el carnet recién sacado, fue cuando empezamos a hacer toda esta historia, junto con Isaac Muga. Los dos teníamos dos Renault 5 Turbo y competíamos en diferentes carreras. Yo ahora sigo con la misma pasión por este tipo de modelos de coche, él por temas de trabajo ya lo dejó, pero yo nunca lo llegué a dejar, simplemente lo dejé un poco parado.
¿En aquella época en qué carreras competíais?
En La Rioja hemos estado en prácticamente en todas las conocidas: la subida a Clavijo, la subida a Valdezcaray… Incluso en el País Vasco también hicimos alguna, siempre y cuando que el tema económico nos lo permitiera, porque no deja de ser una afición cara. Pero ya hace poco, en 2016 y en 2017, hemos estado en el Campeonato de La Rioja, que englobaba también provincias limítrofes, pruebas como la subida a Urbasa. En nuestra categoría, con el R-5 Turbo, hemos llegado a quedar segundo o tercero de La Rioja, aunque no hubiera muchos coches con los que pelear. Ahora me hace ilusión volver a retomarlo, porque lo hacemos con ganas renovadas.
Competiciones en La Rioja y Castilla y León
Pero llegó la pandemia…
Vino la pandemia y ya nos centramos en Miranda, en su circuito de carreras. Nos olvidamos un poco de los campeonatos, digamos oficiales, y ya nos centramos en ir a Miranda, en ir ‘a hacer manos’, probar el ‘drift’, que es algo que se ha puesto muy de moda estos años y darle caña, y poder competir ahora también en esta modalidad.
¿En qué consiste el ‘drift’?
Consiste en enlazar curvas una con la otra, ir derrapando todo lo que puedas, y haciendo tiempos, claro. Se hacen muchísimas manos para los coches. Te puede ayudar en una situación normal de conducción en la que pierdes el control por cualquier circunstancia.
Y para esta modalidad es el nuevo vehículo que habéis adquirido.
Eso es. La verdad es que este coche, un Mercedes CLK no se suele ver en este tipo de competiciones. Hay más modelos BMW, por ejemplo, y por eso queríamos un coche diferente. Lo ha probado el presidente del circuito de Miranda y ha dicho que es muy raro de conducir, pero que va muy bien. Pesa mucho más, pero haciéndole cuatro cositas irá mucho mejor. Ahora mismo tiene unos 270 caballos, y con la idea de ir evolucionándolo.
Y luego está el otro coche que tenéis. El R-5 que pudimos ver en Carnavales.
La verdad es que quedó muy bien para el desfile de Carnaval y lo que quiero ahora es poder competir con los dos coches, en slalom y subida, y las competiciones de drift dejarlas solo para el Mercedes. Todo dependerá del tipo de slalom que sea, sino es muy ‘ratonero’…
¿Qué pruebas tienes en mente próximamente?
El campeonato 2023 de La Rioja de ‘slalom’ seguro que lo vamos a hacer y luego dentro de la modalidad de subidas, casi seguro que se hará la de Valdezcaray, aunque no podremos estar en la de Clavijo, que también me gusta mucho. Por eso no vamos a centrarnos exclusivamente en el campeonato de La Rioja de subidas porque no vamos a poder hacerlas todas, pero al menos volver a retomarlo y darle gas. Ya en Castilla y León la idea es hacer el campeonato regional de ‘drift’, que no son muchas carreras, creo que unas cuatro o así, pero la idea es ir mirando y ver donde podemos competir.
Una pasión por el motor que en Haro tiene muchos más adeptos.
Sí, sí. Están también Sergio Alonso, con un BMW Compact 325 ti, los hermanos Gómez Izquierdo, Íñigo y Carlos. Ambos comparten para el ‘drift’ un BMW Serie 3 e36 Coupé de 2.500 centímetros cúbicos. También está mi compañero de batallas, Ozaeta, que también pilota un Mercedes E36, pero ese Mercedes suyo es un monstruo de 450 caballos. Ahí es nada.
Y ahora el gusanillo le ha picado a tu hijo Asier.
Este también lleva toda la vida, desde los cinco años que hacía sus pinitos con un pequeño kart que tenemos ahí guardado, pero siempre en un circuito, donde le ha ido cogiendo el rollo, y la verdad es que conduce muy bien. Me fiaría más de Asier si me tiene que llevar a Logroño por una urgencia que de cualquier otro. Ahora incluso ya puede competir de manera oficial porque con la edad que tiene, 13 años, ya puede correr en determinadas competiciones que regule la federación al ser federado.
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