Fernando Riaño y su guía Jesús Celada volvieron a colgarse este domingo el oro en Suiza. Los dos deportistas subieron una vez más a lo más alto del podio en el Campeonato del Mundo de Duatlón de Larga Distancia tras tener que “reponerse a diferentes adversidades y circunstancias”. “Un mundial que vale un gesto, un gesto que vale un mundial. Dedicatoria emocionante, emocionada y desde el corazón”, destacaba Riaño al finalizar la carrera tras casi diez horas de competición.
Los dos deportistas volvieron por sus fueros en una prueba donde sufrieron “mucho” en la última parte del recorrido en la que tuvieron que sobreponerse a tener que hacer varios kilómetros extra como consecuencia de un cruce mal señalizado en el tramo de tándem.
Riaño y Celada han conseguido así su gran objetivo de este año en una carrera muy dura por el recorrido (12 kilómetros a pie, 166 en tándem y otros 34 a pie) por la exigencia, por la duración y por las condiciones meteorológicas (28 grados en los pre-Alpes suizos). “Lo de hoy ha sido durísimo, hemos sufrido mucho y hemos ido justos de fuerzas, o sin fuerzas al final, además del percance por la equivocación. También hemos tenido que reponernos a problemas estomacales en la última transición de la prueba, durante la carrera a pie”, explicaba Riaño.
Los dos deportistas ultimaron la preparación para el Campeonato del Mundo de Duatlón de Larga distancia con varias pruebas, rodajes y la clasificación conseguida. Es la sexta vez que Riaño estaba en la línea de salida de un mundial de larga distancia. A ello se une otro campeonato del mundo de triatlón cross y otras tres victorias en copas del mundo, siendo ya el deportista con mejor palmarés de la categoría (con o sin discapacidad).
Riaño y Celada recuerdan a Grávalos y Mäder
Zofingen volvió a ser el escenario, un lugar mítico en el ámbito del deporte en general y del ciclismo y del duatlón, en particular. Este año se celebraba el trigésimo tercer aniversario de la prueba, con gran presencia de deportistas belgas, holandeses, suizos y estadounidenses, y con un recorrido que incluía tramos de carrera a pie por bosques (más de 50 por ciento de la carrera a pie discurría por tramos sin asfaltar), rampas del 16 por ciento y tramos adoquinados.
Por todo ello, Riaño se deshace en elogios hacia su compañero de tándem, Jesús Celada, y tiene también un recuerdo emocionado hacia el resto de compañeros con los que entrena, en especial hacia Darío Pérez, “un crack con unas condiciones personales, deportivas y profesionales de verdadera élite en todo. Tiene unas cualidades impresionantes para todas las facetas de la vida. Es un crack, es capaz de anticiparse a las circunstancias de carrera y con una capacidad mental y física que, muy, muy pocas personas tienen. Salir a entrenar o a competir con Darío es un auténtico lujo y un aprendizaje compartido. Ayer también Jesús fue un auténtico crack. En los descansos, regulando, controlando los tiempos de carrera, cuidando los detalles… Los hemos comentado después de la carrera porque una prueba así, tan dura, si se hace solo las posibilidades de abandono son muchísimo mayores”, resaltaba Riaño.
Riaño también ha querido tener “un gesto emocionantes, una dedicatoria desde el corazón y la presencia, desde la ausencia, de dos amigos durante la carrera”. Así, Riaño y Celada han querido dedicar la carrera y la medalla al ciclista riojano Arturo Grávalos fallecido el pasado mes de mayo, consecuencia de un tumor cerebral, y a Gino Mäder, ciclista suizo que falleció tras una terrible caída en la Vuelta a Suiza el pasado mes de junio. Hasta Suiza llevó Riaño una pancarta facilitada por la Federación Riojana de Ciclismo y Biciclón, donde se puede leer ‘Arturo Grávalos, siempre con nosotros’ y una imagen de Gino Mäder, ‘in loving memory’. Las imágenes han estado colocadas en la zona de llegada y transición, y todos los participantes pasaron junto a ellos: “Ha sido emocionante la preparación de todo, complicado con la Federación Internacional de Triatlón, la ubicación de las imágenes, pero es algo que hemos querido hacer desde el respeto, el recuerdo, la admiración, el aprecio y la gratitud. Cada vez que pasábamos por la zona de meta era muy, muy emocionante. Arturo y Gino nos han acopañado hoy en la carrera y seguro que han ayudado desde el cielo”, señalaba Riaño.
Asimismo, Riaño y Celada reflexionan y comparten todas las circunstancias que se tienen que dar en un mundial: poder disputarlo y regresar con un buen puesto. Empezando por la preparación, por la disciplina, por el tiempo que requiere y los esfuerzos a realizar entrenando. “Estar en un mundial es difícil, disputar y estar delante más, y ganarlo… También hay que contar con un poquito de suerte, cualquier avería o problema mecánico, caída, lesión, o situación de salud en carrera son importantes. También son lecciones aplicables a cualquier faceta de la vida”, destacan.
Por otro lado, reflexionan también sobre el deporte para personas con discapacidad y el deporte paralímpico. “El nivel es cada vez mayor y más exigente”, aseguran y destacan también “el buen momento del deporte paralímpico en España. Tenemos la suerte de contar con instituciones ejemplares como el Comité Paralímpico Español, el Grupo Social ONCE y CERMI, que son referentes en otros países. Lo mejor que podemos hacer entre todos es cuidarlo y apoyarlo”, indica Riaño.
Riaño y Celada protaban en sus maillots los logos y la imagen de Bodegas López de Herdia-Viña Tondonia, Bodegas Muga y Fundación José Tomás. Las zapatillas utilizadas también son riojanas, de la marca de Arnedo John Luck y los calcetines RD Socks, de Pradoluengo.
