Las procesiones de los Disciplinantes de San Vicente de la Sonsierra, más conocidos popularmente como los ‘Picaos’, datan de tiempo inmemorial. Se trata de un ancestral rito penitencial que se ha transmitido generación tras generación, y los sonserranos se sienten orgullosos de conservarlo y reivindican el respeto que una tradición tan antigua se merece, y el derecho a perpetuar el legado de sus antepasados.
Después de dos años en suspenso por la pandemia, las procesiones de la Semana Santa en la localidad volverán a contar con la presencia de los disciplinantes el Jueves Santo y el Viernes Santo. Rafael Moraza, archivero de la Cofradía de la Santa Vera Cruz, reconoce que la gente está “con muchas ganas” de volver a la normalidad ya que interrumpir una tradición tan arraigada en el tiempo “no ha sido fácil”. Los Disciplinantes de San Vicente de la Sonsierra fueron declarados Bien de Interés Cultural de Carácter Inmaterial en 2016 y de Interés Turístico Nacional en 2005.
Nueva sede y centro de interpretación
Ahora la Cofradía de la Santa Vera Cruz prepara con mimo los detalles para que el próximo mes de abril se pueda volver a vivir este antiguo rito que llenará de devoción y curiosidad las calles de la localidad riojalteña, a la espera también de conocer las indicaciones de las autoridades sanitarias y eclesiásticas para este tipo de actos que volverán a celebrarse este año a lo largo de todo el territorio nacional.
La Cofradía espera contar con una participación parecida a la de otros años, entre 35 y 50 disciplinantes, aunque la cifra concreta no se conocerá hasta el mismo momento de la celebración de la procesión, ya que se mantiene en secreto y los participantes en el más absoluto anonimato. Moraza explica que llegan personas de diferentes partes de España, del interior de La Rioja y de regiones limítrofes, que “quieren cumplir con una promesa, es algo muy personal”.
Recuerda también que para ser disciplinante sólo se exige ser mayor de edad, varón y tener un certificado de su párroco que certifique su sentido cristiano y su buena fe. Cumplidos estos requisitos, el disciplinante acude a la sede de la Cofradía y allí se le asigna un acompañante, que le servirá de guía durante todo el recorrido.
La principal novedad de este año es que la entidad estrena una nueva sede, que servirá también como centro de interpretación de los disciplinantes, y que sustituye a la antigua, que era un espacio “muy pequeño” ubicado en la Iglesia de San Juan de la Cerca, que también ha sido recientemente restaurada. “Con esta nueva sede, la mejora es sustancial, hemos ganado en higiene y el sitio es mucho más cómodo para los disciplinantes, con servicios y duchas”.
La nueva sede está ubicada en el edificio del antiguo depósito del agua, donde se ha adecuado el interior como espacio expositivo relacionado con la Cofradía de la Santa Vera Cruz, y también se ha ampliado la construcción original hacia la ladera del cerro para generar dependencias privadas para la entidad.
El centro temático de los disciplinantes se inauguró el pasado mes de noviembre, con la presencia de la delegada del Gobierno, María Madorrán, y se abrirá durante la Semana Santa, pero volverá a clausurarse hasta que terminen totalmente los trabajos de acondicionamiento. Se espera que pueda abrirse finalmente a lo largo de este año para convertirse después en otro atractivo turístico más para visitar en San Vicente de la Sonsierra.
