“El pleno más corto de la historia” o “no habéis dado mucha guerra” han sido las frases que más han llegado a mis oídos después del último pleno del día 2 de noviembre. Me resulta curioso tener que escuchar tales comentarios, incluso de gente cercana. Creo que estar en política, hacer política o dedicarse a la política, poco o nada tiene que ver con “dar guerra”. También reconozco que quizás esto sea una opinión personal mía.
Decir sí y dar ese paso adelante que todos mis compañeros y compañeras dieron el pasado 17 de junio para pasar a formar parte de la Corporación municipal del Ayuntamiento de Haro significa trabajo, significa compromiso, significa querer y significa mejorar. Todos estos adjetivos, con el permiso de todos ellos, van unidos a la palabra Haro. Y sí, también desde la oposición, que es el lugar que nos ha tocado ocupar esta vez. Y como oposición que somos, nuestro objetivo, unido a todos los adjetivos anteriormente expuestos, debe de ser la de “controlar” al Gobierno local y sus acciones para el bien de la ciudadanía.
Las maneras de hacer política de cada uno son muy lícitas, todas y cada una de ellas
Pero, ¡ojo! Ese control siempre debe de estar sujeto a una coherencia. Por lo tanto, si con un acuerdo de pleno previo en mano tenemos medidas para someter a votación que implican un bien o una necesidad
para el municipio no veo el por qué tener que “dar guerra” o de “alargar nada”. Las maneras de hacer política de cada uno son muy lícitas, todas y cada una de ellas.
¿Que alguien lo haría de otra manera, que lo alargaría en el tiempo, o que siempre se opusiese a las decisiones tomadas por el Gobierno? Respetable por mi parte, pero no compartido. Siempre que sea en pro del beneficio de los jarreros y las jarreras, este grupo de personas del Partido Socialista estará de la mano con el equipo de Gobierno. Aunque también tendrá que ser respetable la abstención cuando algo no nos convenza al 100%, o tengamos dudas al respecto de la medida propuesta. Y por supuesto, todo irá acompañado de la explicación pertinente cuándo y cómo creamos oportuno.
La política es mucho más que deshacer, confrontarse y desunir. La política (aunque a veces cueste verlo o créelo) es el organismo necesario para el desarrollo de la vida diaria. Nos guste más o menos la vida es política. Y esa vida tenemos que intentar que vaya a mejor.
