A través del perfil de Vinea Haro en Instagram, la concejala Laura Vidaurre anunciaba que se había llevado a cabo “la retirada de los aparcabicis turísticas que no dieron resultado desde el primer día”. Se trata de los soportes para las bicicletas eléctricas que estaban ubicados junto al Ayuntamiento y también en El Mazo, al lado de las piscinas climatizadas, y que han sido retirados recientemente.
Con varios meses de retraso, el Ayuntamiento de Haro puso en marcha en 2017 este servicio de alquiler de bicicletas. Un problema de incompatibilidad del software y el hardware originó el primer retraso, algo que ya fue criticado por el PP en la oposición y después el mismo servicio por tener dudas sobre su éxito, ya que, según informe, entre 2010 y 2015 se había reducido a la mitad el número de poblaciones donde este sistema seguía activo. Las bicicletas se adquirieron por cerca de 22.000 euros en una “experiencia piloto”, como resaltó el entonces concejal Leopoldo García. “Es un gasto innecesario y abocado al fracaso”, le contestó en 2017 el concejal del PP, Jesús Rioja, al entonces edil del Partido Riojano.
Pero el servicio no acabó resultando y ahora el actual equipo de Gobierno ha decidido retirar los dos soportes de bicicletas eléctricas que estaban instalados. A través de las redes sociales, el Ayuntamiento de Haro ha comunicado que el pasado lunes 17 de julio la brigada municipal de obras ha sido la encargada de retirar estos dos soportes de bicicletas eléctricas, una actuación que ha sido realizada “por el desuso de dicho servicio y las molestias que pudieran ocasionar a los ciudadanos”.