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Hay 8 partidos que se van a disputar 17 actas de concejal, donde la mayoría la marcan 9 de ellos. No hay tendencias de voto claras, tan solo repite una candidata a la alcaldía de hace cuatro años y los programas inciden sobre los mismos problemas. Así, en un escenario tan incierto, la pregunta es: ¿Cuánto vale un concejal?. Teniendo en cuenta que la única moneda de curso legal que existe en democracia es el voto del ciudadano, la respuesta está en saber leer las cifras que nos arroja esta contienda electoral.
Según datos del Ayuntamiento de Haro, 8.876 personas tienen en su mano marcar el destino municipal de Haro para los próximos cuatro años. La población con derecho a voto ha aumentado en 161 personas con respecto a los votantes de hace cuatro años. Un crecimiento que marca una tendencia al alza: más de 1.000 votantes nuevos se han sumado al censo en los últimos 25 años.
La tradición democrática también indica que la participación de ese censo se mantiene relativamente estable desde el máximo histórico registrado en 2003 cuando más del 74% del censo fue a votar. Desde entonces, se ha ido desinflando el entusiasmo electoral hasta llegar al 63% de participación en los últimos comicios de 2019.
Más allá de que la variación de la participación pueda hacer cambiar de color algún concejal a última hora, el resultado se va a decidir en cada voto. Teniendo en cuenta la tendencia de lo ocurrido en las últimos comicios cada concejal supone entre un 4% y un 5% de los votos. Es decir, cada partido necesitará cerca de 300 votos para conseguir un edil. Una cifra que cambió en las elecciones de 2007, cuando la corporación municipal pasó de 13 a 17 ediles. Antes, eran necesarios casi el doble de votos para conseguir un acta de concejal. Así, el partido que consiga alrededor de 2.500 votos podrá acariciar la mayoría absoluta.
Menuda papeleta
Con este repaso, más informativo que científico, a las cifras, tanto los electores como los partidos y sus candidatos pueden hacerse una idea de qué pueden esperar la noche de este domingo. Así, más allá de las reglas electorales, el precio de un concejal irá variando en función de distintas claves.
Ya hemos hablado de la participación pero solo un cambio drástico podrá ser realmente decisivo. Los frutos de la campaña se verán reflejados el próximo domingo. Hay que ver si las nuevas opciones presentadas este año consiguen arrancar votos a los partidos ya conocidos. Está claro que una cifra histórica de papeletas en unas elecciones municipales ha animado la campaña. Sin embargo, en 2015 hubo 6 y hace cuatro años fueron 7 las candidaturas. Ampliando el foco más parece una tendencia que una ocurrencia coyuntural.
Otra clave para el resultado final es si el peso de la gestión de gobierno puede tener para los partidos que lo han sostenido algún desgaste o ventaja sobre el resto de opciones. Será interesante conocer si la ausencia de la alcaldesa, que ganó las elecciones en 2019, iguala las opciones de todos o consigue lo contrario.
Una variable que se ha puesto sobre la mesa durante la campaña electoral ha sido el diagnóstico tan similar realizado por todos los partidos con unas soluciones también bastante parecidas, salvo excepciones. Parece que la visión del presente es compartida y queda por ver si esa visión de futuro bastante parecida consigue movilizar o desmovilizar al votante.
