En este artículo pretendo realizar la crónica de los actos celebrados durante las fiestas de septiembre de hace ya cien años. Pero ante de exponer los datos que he podido reunir a partir de las noticias del diario La Rioja, debo explicar un par de características que representaba el periodo festivo, que hoy ha cambiado su significado.
En primer lugar tenemos que considerar la importancia del ciclo festivo, ya que esta era la principal celebración del año. De los tres ámbitos festivos el día del Patrón era la fiesta “menor”. La víspera del día de San Felices y la Romería a los Riscos, se celebraban de manera unitaria, sin continuidad de actividades en los días intermedios. Las ferias de San Fernando, que habían sustituido a las Ferias que se realizaba en San Matías, tenían un carácter comercial que compartían con las septembrinas, pero eran de una duración menor, resumiéndose a la víspera, 29 de mayo, donde se tiraba el cohete y los 2 y 3 días posteriores de forma habitual.
La segunda diferencia con el actual ciclo festivo la encontramos en la gran importancia comercial que representaba este periodo. Aparte de la Feria de ganado, los comercios e industrias, se preparaban para realizar un gran número de transacciones, que implicaba que muchos trabajadores tuvieran una temporada de alta labor.
En cuanto a su desarrollo, era bastante superior al actual. El cohete se tiraría el día 7, domingo, y se acabarían el lunes día 15, con la Jira. Los preparativos se realizarían con bastante antelación, ya que como nos informa La Rioja, el día 28 se aprobarían unos cuantos cambios en el programa, que venía preparándose desde los meses anteriores. Y otro dato curioso es que no he podido encontrar información sobre la celebración del Primer Domingo de septiembre. Los acontecimientos más esperados serían la visita de la Coral de Bilbao, la inauguración del Frontón Carrasco, el partido de “football”, la Corrida del día 14 y las funciones del abono al teatro junto a los actos tradicionales religiosos, comerciales y populares.
Cohetes y bombetas para inaugurar las fiestas
El mediodía del día 7 se iniciarían las Fiestas con el disparo de cohetes y bombetas en la Plaza de la Paz. Acto deslucido por los chaparrones, aunque estuvo muy animado por la asistencia de locales y foráneos. A las 15:30 horas sería inaugurado el Frontón-Cinema Carrasco, con gran éxito, con un partido de remonte. Hora y cuarto después, comenzaría el encuentro de fútbol entre el Athletic Club y el Erandio, jugándose la Copa de Haro. El partido, organizado por el Haro Sport Club, se celebraría en el campo de Alméndora II, que registraría una entrada impresionante pese a las inclemencias meteorológicas que no impedirían que el encuentro fuese muy entretenido. El resultado final reflejaría un 4 a 2, a favor de los leones, a quienes el Teniente de alcalde, señor Oria Cano, entregaría en la persona de su capitán, Acedo, la Copa de Haro, en la que brindarían los integrantes de ambos equipos en un ambiente de camarería. Por la noche, el Haro Sport Club obsequiaría a los conjuntos vizcaínos con un banquete en el bar Iruña, con “Alegría y un gran derroche de buen humor”, tal como resaltaría la crónica.
A las 19:30 en la Basílica y con la presencia de las autoridades se celebrarían las Vísperas y solemne Salve. El día concluiría con los fuegos artificiales del pirotécnico jarrero Mirafuentes y la verbena de la Banda en los Jardines de la Vega. En la Plaza había sido instalado un columpio de barcas, junto a las barracas de “baratillo” y las tómbolas contiguas a las churrerías.
El día de la Virgen comenzaría con alegres dianas a las 07:30 de la mañana. La misa y sermón tendrían lugar a las 10:00 horas y la animación seguiría creciendo al llegar a la Ciudad multitud de visitantes. Muchedumbre que se haría notar en las dos actividades previas a la procesión, el segundo partido de pelota en el Frontón Carrasco y la primera función del Circo Americano en la Plaza de Toros. Espectáculo circense que tendría programada otra sesión para el día siguiente.
A las ocho procesionaría el Suntuosísimo Rosario de Faroles con la Ciudad totalmente engalanada para el acto. En el Teatro Bretón, comenzarían las funciones de la compañía Díaz Artigas, llegados el día anterior en el Correo de las dos de la tarde, representando la obra, “Los Muñecos”, que sería un gran éxito, siendo reclamados los actores para ovacionarlos entre actos.
El día 9 sería considerado como el más flojo, pese a que continuaba la afluencia de visitantes y nos llegarían las primeras noticias de la feria de ganado, que todavía presentaba poco movimiento, pero resaltando el corresponsal las recuas de mulas y caballos, que se mostraban en los establos de la calle Miguel Villanueva, hoy Navarra. Buena entrada tanto en la pelota como en el circo y nuevo éxito de la compañía de teatro que representaría dos obras: un entremés titulado “Mañanita de San Juan” y la obra de Benavente “Lecciones de buen amor”.
El día 10 amanecería lluvioso suspendiéndose las carreras de cintas, que serían pospuestas para el día siguiente. La carrera de bicicletas sí se celebraría efectuándose un recorrido entre Haro, Anguciana, Tirgo, Casalarreina, finalizando en Haro, llegando en primer lugar Blas Barahona, seguido de Ángel Alutiz, Saturnino Sánchez y Emilio Berrozpe.
Pese a la lluvia se podría observar buen movimiento en la Feria con la presentación de múltiple ganado, pese a que el mayor intercambio se daría de nuevo en las caballerizas de la calle Miguel Villanueva.
El frontón presentaría la mejor entrada del ciclo festivo, con el partido de mano entre Chartena y Mondragonés contra los hermanos Echave. Asimismo, llegan los toros para la corrida del día 14 de la ganadería de Alipio Pérez Tabernero, y que serán desencajonados el día 11. Ya se encuentran en los corrales los novillos para la charlotada del día siguiente. Por la noche se realiza la primera sesión de cine al aire libre en la plaza del Teatro, que fue amenizada por la Banda. Tercera obra en el Bretón, “Amanecer” de Martínez Sierra con otro rotundo éxito de la compañía Díaz Artigas.
Durante el 11 mejora el tiempo. Se realiza las carreras suspendidas el día anterior, con bastante éxito. En la Feria es el día más importante hasta el momento, con una gran entrada de ganado boyal y caballar. Se espera mejorar las transacciones para la siguiente jornada. En el frontón se jugó un partido de remonte con una buena entrada. Para las cinco estaba programado el desencajonamiento de los toros, acción que se realiza de forma rápida y sin incidencias. Después el presidente José María Santa Cruz, daría permiso para comenzar la charlotada, que iba a consistir en la lidia de tres becerretes por parte de Charlot, Arpillera y Botones, así como la lidia de un novillo por el paisano Ignacio Pérez “Zamoranito”. La charlotada va por los cauces normales, presentándose un buen espectáculo. Respecto a la faena de Zamoranito hay que resaltar el buen hacer y ganas que le puso el novel novillero. El público entregado le ovacionó en múltiples ocasiones, y tras la suerte final que brindó al “Rey del estoque”, Martín Agüero presente en la plaza, recibe como premio una oreja entre el entusiasmo popular. El matador bilbaíno respondió al brindis del novillero con un presente de un billete de 50 pesetas. Buena tarde. Se representó “La Dama del armiño” de Luis Fernández Ardavin, manteniendo el alto nivel interpretativo en el Bretón.
El día 12 del que se esperaba una gran cantidad de transacciones en la Feria, decepcionaría de sobremanera, considerándose la jornada más floja de todas de las Feria. En la Enológica daría una charla el ingeniero Nicolás García de los Salmones, con el tema de “Medios de reintegrar las viñas deprimidas a su vigor normal evitando el descepe”. La conferencia pese a ser dada con una gran profesionalidad carecería de asistencia, probablemente debido al horario, aunque acudió la flor y nata de los viticultores y propietarios de viñedos locales. Por la noche tendría lugar el segundo pase del cine al aire libre, muy concurrido de nuevo, seguido de una verbena que acabaría a la 01:30 de la madrugada. En el Teatro Bretón sería representada la comedia de Quintero “Genio Alegre”. Además, se anunciaría la posibilidad de que la compañía prorrogase su estancia en Haro presentando una obra más de las programadas.
Y por fin llegaría uno de los días más esperados de toda la Feria, la jornada en la que actuaría la Sociedad Coral de Bilbao. La llegada de la coral, en el correo vespertino, sería amenizada por la Banda de música y cumplimentada por numeroso público que llenaría los andenes, autoridades de Haro y la junta de los “Amigos de Haro”, sociedad que había contratado a la Coral bilbaína para ofrecer dos conciertos y una misa.
Una vez agasajada con los actos protocolarios, la Coral iniciaría su camino a la Plaza de la Paz donde sería ovacionada por el numeroso público congregado para la ocasión. El primer recital se daría en la Plaza de Toros a las 17:00 horas, que resultaría un clamoroso éxito para sus 130 componentes magistralmente dirigidos por el maestro Jesús Guridi, que ofrecería un amplio repertorio.
Por la noche sería ofrecida la tercera sesión de cine al aire libre, que finalizada daría paso a la Banda Municipal de Música en el mismo patio de comedias. La obra representada este día sería “El sueño de Kikri”, resultando un tanto floja.
El penúltimo día de fiestas comienza con una misa cantada por la Sociedad Coral de Bilbao, en un entrañable recuerdo para el orfeonista Antonio Gómez, que había fallecido en nuestra Ciudad, donde había buscado reposo debido a su débil estado de salud. Actuación que, nuevamente, sería catalogada como magistral. A continuación se trasladarían al Teatro Bretón para ofrecer otro concierto, repitiendo el mayor de los éxitos, quedando un gratísimo recuerdo a todos los espectadores. El gerente de Bodegas Bilbaínas, y paisano de la Coral, Santiago Ugarte, obsequiaría con unas cajas del “champan” (sic.) Lumen a los orfeonistas, que correría con alegría durante la comida con la que sería agasajada a la Coral. Asimismo, el señor Ugarte obsequiaría con bellos ramilletes de flores a las componentes femeninas del orfeón bilbaíno.
El tiempo que había amanecido con amenaza de lluvia, sería limpiado al salir el Norte, que no quiso hacer bueno el dicho de: “Toros en Haro, agua segura”. La esperada, y única, corrida de la Feria, daría comienzo a las 17:00 horas, con la presidencia del Alcalde Pedro Pablo Gato. Se trata de una corrida mixta, durante la que los dos primeros toros serían rejoneados por Gaspar Ezquerro, mientras que los cuatro restantes serían lidiados por los espadas Barajas y Agüero, “el Rey del Estoque”. La manada de toros resultaría en su totalidad mansa y parada. Ambas lidias de rejones se desarrollarían de manera similar. En el primero, un jabonero bastante atascado sería castigado con tres rejones, para terminar una breve faena a pie con una estocada hasta el puño. En el segundo se fallan los rejones, y al poner pie en tierra, la faena carece de lucimiento. Estocada efectiva. Aplausos en ambos, pero premiándose en el segundo el esfuerzo, que no la técnica. El par de Baraja de nuevo mansos, no entran en liza en varas, con buen quite en el primero por parte del espada. La faena breve con la muleta se resuelve con dos pinchazos y estocada. En el quinto la faena es en exceso cautelosa, con medio estoque. En ambos astados, el puntillero cometería errores de bulto, siendo abroncado. Pitos en uno y otro. Respecto a Agüero, en el cuarto, es alcanzado por un puntazo Arenillas, siendo retirado a la enfermería. Buen saludo con el capote, premiado con aplauso. El toro acomete con codicia en varas derribando al picador; buen quite de Agüero. Breve faena con una estocada hasta la bola caída. Mal apuntillado de nuevo. El sexto presenta buena estampa, aunque peca, una vez más, de manso. Buenas verónicas, aplaudidas. Último tercio con una faena pesada y poco lucida, con varios desarmes. Pinchazo y estocada hasta el puño. En resumen, una corrida aburrida y que faltó a todas las expectativas.
A la salida de los toros bailables y paseo por la Vega. La verbena comenzaría a las 23:00 horas, también en los Jardines, que se encontraba adornados con farolillos, resultando muy concurrida. La Banda interpretaría en una esquina y, frente ella, en la esquina opuesta un piano de manubrio, sonaría hasta la 01:00 horas. Los noctámbulos pudieron continuar un baile de madrugada en el Hotel Adela. En el Teatro Bretón hubo dos obras que no cumplieron las expectativas, “Los millones de Monty” y “Son Palabras”.
El último día de Feria se realizaría la Jira a Fuente del Moro, con música y meriendas. Tarde muy agradable. La vuelta, al anochecer, al son de la Retreta y con hachones al viento, realizando el trayecto habitual. Ya en la plaza del Teatro, sería quemada una colección de fuegos y se correría un toro de fuego por la calle de la Vega. La penúltima representación teatral sería “Cuando florezcan los rosales”, siendo el cierre del abono el día 16 con la obra de Quintero “Malvaloca”, partiendo la compañía Díaz Artigas el día 17 en el tren con dirección a Valladolid, dejando un buen recuerdo y unas representaciones muy correctas.
Una Feria en resumen donde lucieron con luz propia la Coral, el Carrasco, la troupe Díaz Ortigas y el fútbol. Decepcionante la corrida del 14.
