La inteligencia artificial (IA) es la base de todo aprendizaje informático y es el futuro de la mayoría de soluciones complejas en la industria. Este valor ha permitido que se convierta en una de las áreas de tecnologías de más rápido crecimiento.
“En 2020, la facturación del mercado global de software de IA aumentó un 154 % en comparación con 2019, alcanzando más de 22 mil millones de dólares. Para 2021, los ingresos del mercado se incrementarán en un 16,4 % hasta aproximadamente 327,5 mil millones de dólares. Estos programas se aplican en campos como el marketing personalizado, fabricación de drones, finanzas, banca, agricultura, el cuidado de la salud, juegos, vehículos autónomos, chatbots y la creatividad artificial”, sostiene Alessandro Perez, especialista en Tecnología de Reviewbox.
Asimismo, es capaz de resolver algunos de los mayores desafíos a los que se enfrenta la educación en la actualidad y desarrollar métodos de enseñanza innovadores. Por tal motivo, Beatriz Marcano, directora del Departamento de TIC Aplicadas a la Educación de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) de España, se refiere a la inteligencia artificial como una combinación de algoritmos programados por una ‘persona’ para automatizar procesos como el análisis del aprendizaje.
Un modelo de educación 100 % online
La Universidad Internacional de la Rioja desarrolla un modelo de educación 100% online. La institución está reconocida por el Ministerio de Educación Superior y ofrece títulos que incluyen: un máster universitario en inteligencia artificial, un máster universitario en análisis y visualización de big data, un máster universitario en inteligencia empresarial y el “Programa Business Big Data”.
Las futuras aulas de las universidades remotas “en línea” como UNIR proporcionan herramientas y plataformas técnicas innovadoras que permiten el contacto directo con profesores y estudiantes a través de chat y cursos y foros en vivo.
Marcano considera que la tecnología que facilite la comunicación, la colaboración y el entendimiento entre alumnos y profesores es fundamental.
Por su parte, el PhD Iván Rodrigo Mendizábal, con especialización en tecnologías de la información y la comunicación, dijo: “La realidad virtual es más interactiva y permite desarrollar nuevos espacios de aprendizaje”.
Por ello, la UNIR ha introducido laboratorios remotos y equipos de simulación procesados mediante realidad virtual en sus aulas virtuales. Estos recursos permiten que los estudiantes experimenten situaciones como en la vida real.
En las ciencias de la salud de UNIR, los laboratorios virtuales y los simuladores permiten aprender técnicas relacionadas con el control remoto de máquinas médicas que realizan tareas como las ecografías y la monitorización de pacientes.
Los cursos de ingeniería experimentan con conceptos físicos se ponen en práctica con máquinas ubicadas en laboratorios remotos. Se realizan simulaciones de juicios en el ámbito legal, y los estudiantes personifican una de las imágenes profesionales involucradas en los procedimientos judiciales a través de juegos de roles o ‘role-play’.
