- Historia del Cossío (VI): confirmación de la concesión de un instituto tras las súplicas del Ayuntamiento
- Historia del Cossío: la consecución de instituto elemental (IV)
El sábado 22 de julio se celebraría el homenaje a la Comisión que había gestionado en Madrid la consecución del Instituto, teniendo el acto lugar en el salón principal de la Unión Artesana.
La Presidencia sería ocupada por los cuatro señores que habían formado la Comisión y el presidente de la sociedad Marcos Merino, quien tras el ágape servido por la Cervecería Inglesa de Justo Aguirre pronunciaría un discurso alabando la labor realizada por Prudencio Fernández-Lacuesta, Santiago Díaz Varona, Ángel Pérez y Manuel Magín.
Tras los discursos, en los que también intervendrían el presidente del Partido Republicano Único, Felipe Aragón, el organizador del acto David Torrecillas, el maestro nacional Alfredo Moneo, el Segundo Teniente de Alcalde Felipe López Elorza y el médico y propagandista republicano radical Víctor García Medina. Que alabarían la colaboración de la gloria nacional nacida en Haro, llamado Manuel Bartolomé Cossío, que daría nombre al Instituto, y de los señores Sabrás, Ruiz del Río y Guerra de Río.
Surgen dudas sobre su concesión de forma oficial
Destacando el inciso de Santiago Díaz: “Para aquellos que no han hecho nada por elevar el nivel cultural de los habitantes de Haro, sino por el contrario, se han obstinado y obstinarán en censurar y empequeñecer cuantos trabajos se efectúan en este sentido, no necesito expresar mi repulsa, pues me basta con el más soberano desprecio”.
En sesión celebrada el 6 de septiembre de 1933 volvería a tratarse sobre el Instituto, siendo en su punto 5º, cuando se acordaría:
Autorizar a la Alcaldía para dar principio a las obras del Instituto: Al llegar a este punto del orden del día por la presidencia se manifiesta que hace unos días vino a esta población u Arquitecto del Ministerio de Instrucción Pública el cual procedió al reconocimiento del local ofrecido al Estado para la instalación del Instituto Nacional, que giró visita detallada dando instrucciones de los arreglos que según su criterio eran necesarios efectuar para dejar el edificio en condiciones de funcionamiento como tal Instituto y a estos efectos entregó al Maestro Aparejador un croquis o planito de las obras imprescindibles, habiendo quedado en que se mandará definitivamente un Arquitecto del Ministerio si bien hasta la fecha todavía no ha venido, más como la concesión del Instituto es un hecho, entretanto viene el representante del Estado, puede ganarse tiempo haciendo algunos trabajos de los más pequeños pero necesarios para dejar completamente independiente el edificio de las dependencias de la Casa Caridad.
Así mismo se indica por la presidencia que hace dos día ha estado de paso en esta población el Ministro de Instrucción Pública señor Barnés quien ha estado examinando detenidamente el edificio habiéndolo estimado algo pequeño y ordenando que en el grado que se pensaba distribuirlo para cuatro aulas o clases sea distribuido para tres, que pueden hacerse, que pueden hacerse otras dos aulas y alguna otra sala a poco que se haga alguna reforma en el actual pabellón denominado de los ancianitos, si bien hay que tener en cuenta que las obras más imprescindibles ordenadas por el señor Ministro han de representar un gasto de quince a veinte mil pesetas y como esta es ya cantidad de consideración, somete a la consideración del Ayuntamiento el hecho para que en todo caso proceder a la tramitación que sea necesaria, si es que se ha de emplear el procedimiento de subasta.
El señor Pousa manifiesta su conformidad con las manifestaciones de la Presidencia y dice desea saber en qué condiciones se ha hecho la aceptación del edificio, contestándosele por la Presidencia que se le ha manifestado por el Patronato que al objeto de garantir los derechos que sobre el edificio tiene el pueblo de Haro y en su representación el Patronato, éste ha hecho la cesión en forma de arriendo, mediante un canon o cantidad cuya cuantía puede ser insignificante por cuanto que como queda indicado no es más que para garantir siempre que la propiedad del edificio es del pueblo de Haro, y no del Estado, y con este motivo continúa diciendo la Presidencia, ha convenido con el Patronato se realice la fórmula del arrendamiento en la forma que se estime más pertinente.
Por el señor Mazón se propone puede autorizarse a la Presidencia para que al objeto de ganar tiempo, ordene la ejecución de las obras pequeñas, pero más precisas, si bien la Comisión de Hacienda deberá estudiar la cuestión bajo el aspecto económico y le place que se haya llegado a una inteligencia con el Patronato y cree que sin perjuicio de hacer el contrato de arriendo con abstracción de cantidad mayor o menor a los efectos del canon, debe hacerse constar el reconocimiento de este Ayuntamiento al Patronato por la facilidades otorgadas.
Continúa la Presidencia en el uso de la palabra extendiéndose en consideraciones con referencia a la adquisición de material para mesas bipersonales, indicando que por el Diputado señor Sabrás, se le ha manifestado que puede solicitarse del Estado subvención a dichos efectos.
El señor Ogueta indica que le parece bien todo lo expuesto, tanto por la Presidencia cuanto por los demás señores que le han precedido en el uso de la palabra e indica que antes de formularse contrato alguno con el Patronato se vean los documentos que la señora testamentaria dejó, para deducir de ellos si es el Patronato el llamado poder hacer tal clase de contrato.
Se le contesta por la Presidencia que todo está aclarado, que lo que desea el señor Ogueta ya está hecho, y que ha quedado completamente demostrado que la propiedad del edificio es del pueblo, si bien está administrado por un Patronato que representa la voluntad de la testamentaria fundadora, y da con este motivo amplias explicaciones.
Por último se acuerda autorizar a la Presidencia para que ordene la ejecución de las obras de menor cuantía y que se consideren más necesarias, las cuales pueden ser apreciadas por el Arquitecto para si se estimase pertinente sacarlas a subasta, y que por la Comisión de Hacienda se estudie el asunto y se vea la manera de arbitrar los recursos que se consideren necesarios a dichos efectos.
El 15 de septiembre de 1933, Fuera del Orden del día, haría uso de la palabra el señor Pousa manifestando que falta muy poco tiempo para que en los Institutos comiencen las clases de cursos estimando que debe iniciarse la matrícula para el concedido a Haro antes de que llegue el día primero de octubre.
Estima que el Ayuntamiento debe fijarse con interés en la cuantía de las obras que han de realizarse en el edificio ofrecido al Estado para la instalación del Instituto, no sea que no tengan ningún objeto después de realizarlas, pues según tiene entendido se exige un determinado número de alumnos matriculados para que puedan los Institutos funcionar normalmente, y aun no se sabe con cuantos ha de contar el de Haro. Opina que antes de realizar obras de importancia en el edificio, debe conocerse exactamente la matrícula.
Por la Presidencia se dan amplias explicaciones a la pregunta formulada, indicando que hace breves días hizo la consulta a los Diputados de la provincia Amós Sabrás y D. Jesús del Río en el sentido de que se aclarara quien debía abrir la matrícula, condiciones de ésta, cantidad a percibir, asignaturas que deben darse en el Instituto, y en general todo lo relacionado con el matriculado de alumnos. También preguntaba el número de aulas necesarias para las clases al objeto de tenerlas distribuidas para cuando llegara el señor Arquitecto del Ministerio, y en general todos los datos precisos.
El señor Martínez Lacuesta, se interesa por la cuantía aproximada de las obras que se están realizando, contestando la Presidencia que son de poca importancia por ahora, pues únicamente se están construyendo algunos tabiques de separación de aulas y trabajos complementarios. Propone el señor Martínez Lacuesta, que las mismas preguntas hechas a los Diputados deben hacerse deben hacerse directamente a la Junta de Cultura que interviene en estas cuestiones de Institutos, pues por la situación en que se encuentra esta cuestión, produce la impresión de que aun van a transcurrir algunos meses sin darle una solución definitiva.
El señor Mazón opina como el señor Lacuesta, indicando a su vez que como que como oficialmente no tiene Haro concedido el Instituto, ya que la disposición que apareció que apareció en la Gaceta no lo consideraba creado, sino que indicaba la posibilidad de poderse crear, es conveniente gestionar lo más rápidamente posible se publique la disposición firme de creación, a cuyo efecto la Alcaldía puede dirigirse particularmente a las personas que considere más conveniente, para que rápidamente y de una manera definitiva se cree el Instituto o en su defecto se indiquen las gestiones o trámites que debe cubrir el Ayuntamiento para ello, interesando también se nos indique de una manera concreta la fecha en que darán comienzo las clases al objeto de anunciarlo convenientemente y sepan todos a qué atenerse, pues si esto no se hace se corre el riesgo de que los estudiantes de Haro y de los pueblos limítrofes se matriculen en otro Instituto con evidente perjuicio para el de Haro…
La Alcaldía promete enviar urgentemente las cartas interesadas, después de haber indicado el señor Ogueta que en esta no debe hablarse de si se va a crear el Instituto, pues ello podría ser contraproducente, sino sentando la afirmación de que está creado.