Finalizadas las obras, el 28 de marzo de 1886 se haría con sus servicios el empresario de la Plaza de Toros de Barcelona Víctor Font, inaugurándose el día 2 de junio de 1886, con el cartel que se puede ver más abajo.
Pasados unos años, el 22 de mayo de 1915, ante la precaria situación financiera y administrativa de la Compañía de la Plaza de Toros de Haro, los accionistas cederían sus títulos a los obligacionistas. Mientras que Dionisio, Ignacio y Matilde Bombín, hijos de Matilde Belunza inscribirían a su nombre el censo hipotecario del terreno. Al fallecimiento de Ignacio, su hijo y heredero, Evaristo Luis Bombín Fernández, se hizo con la mayoría de obligaciones, un total de 386, suponiéndose extraviadas las 80 restantes.
Desde noviembre de 1934 a 1938 se llevaron a cabo gestiones para que fuese adquirida por el Ayuntamiento de Haro, pero tras no llegar a un acuerdo, el 21 de enero de 1939, fue adquirida por Eustasio Díaz Perujo y Pablo Manzanos Ruiz, por 32.000 pesetas, quienes desde el 19 de febrero de este año comenzaron a denominarla El Coso Taurino, apelativo que iría abreviándose hasta figurar como EL COSO, nombre con el que es conocida en nuestros días.
Tras la venta realizada, el 1 de marzo de 1943, por Eustasio Díaz, y, el 4 de agosto del mismo año, por Pablo Manzanos, éste después de ciertos litigios, la Plaza de Toros pasaría a ser propiedad del Ayuntamiento harense por 32.715´95 pesetas.
Dentro de los muchos festivales que han tenido lugar en El Coso, podemos reseñar el celebrado del 29 de junio de 1948, en el que se lidiarían cuatro reses de Julia Marcilla, de Tudela, por los novilleros José Luis Alaiza, que estuvo bien, y Antonio Ordóñez Niño de la Palma IV, que vestiría por primera vez traje de luces, dejando destellos del gran torero que llegaría a ser.
Durante la Feria y Fiestas de la Virgen de la Vega, el sábado día 8 de 1951, se celebraría un espectáculo cómico taurino de Llapisera titulado Carroussel 1951, dándose muerte a tres novillos de Sánchez Olivera, dos de ellos por la trouppe cómica y la banda El Embrujo Musical y el otro por el novillero de la vecina Miranda de Ebro, Vicente Loriz Chicorro. Tras su celebración, hacia las 20:00 horas, un incendio, cuya causa no pudo ser determinada, destruiría en pocos minutos la mayor parte de la planta correspondiente a la zona mejor conservada, así como casi todos los palcos que se habían acondicionado y pintado últimamente, todo su entarimado, las dos escaleras de acceso a los mismos y una de las puertas de entrada al edificio.
Presentado el Alcalde en el lugar del siniestro, pudo apreciar como gran parte del vecindario se había acercado a colaborar en la extinción del fuego. Ayuda que resultaría imprescindible, ya que la vieja bomba municipal accionada a mano quedaría inservible durante los trabajos de extinción, solicitándoles, en la misma noche, mediante bando, un nuevo esfuerzo para acudiesen a limpiar y dejar acondicionado El Coso para que pudiese celebrarse el festival taurino del día siguiente.
Tal colaboración conseguiría que para las 13:00 horas, ya extinguido el fuego, se hubiesen retirado los escombros y madera quemada, derruido todas las paredes que pudieran ofrecer algún peligro, blanqueados todos los lugares ennegrecidos por las llamas, acondicionado todos los servicios y sustituido el palco Presidencial por otro muy vistoso en el mismo graderío de sombra.
El 7 de octubre la Compañía aseguradora entregaría, mediante su Delegado Provincial en Logroño, 90.063 pesetas que serían invertidas en la rehabilitación de los daños causados por el incendio, comenzando una nueva etapa durante la que diversas asociaciones taurinas gestionarían, con menor o mayor acierto, los espectáculos ofrecidos en El Coso.
