La temporada que se acerca al fin de la primera fase, con disección de grupos para la constitución de otros que lucharán por objetivos muy diversos (desde la entrada en la Liga Pro hasta la permanencia en Segunda B), se sabía “diferente y a la vez ilusionante”. Pero la competición no siempre rueda como se espera que lo haga el balón sobre el césped.
A veces, recuerda Josua Pérez, el cuero tropieza, hace extraños o se convierte en el peor rival, y algo parecido es lo que ha sucedido hasta la fecha en el seno del Haro Deportivo. “Las cosas”, asume el centrocampista blanquinegro, que cumplió ante el CD Ebro su partido número cien con la camiseta del Haro, “han venido como han venido” y el cuadro jarrero afronta ante el Mutilvera otro duelo de máximos.
Otro duelo de máximos
En todo caso, no es un partido más. El cruce ofrece al equipo de Aitor Calle una nueva oportunidad de engancharse al carro. Otra más. Para el pivote podría convertirse en el que eleva a cien los choques que lleva defendiendo su camisola desde que llegara a El Mazo en la temporada 2017-2018, después de haberse formado en la base del Numancia y haber jugado en las filas del Calahorra.
De perfil estratégico, poco vistoso para los tiquismiquis del ‘jogo bonito’, pero fundamental para quienes saben de qué va esto del fútbol sobre el centro del campo, tanto a la hora de apuntalar los movimientos de contención como al ofrecer un punto de apoyo a los creadores, el soriano no siempre ha sido titular, pero casi siempre se ha demostrado necesario, como lo está siendo en esta parte de la liga. Una pieza segura en el engranaje de un equipo que trata ahora de recomponerse. Esta temporada lleva jugados 16 partidos y en la campaña pasada, inacabada por el COVID, llegó a jugar 25.
“Todo un orgullo”
Esa identidad, sustentada en el sacrificio y la constancia, aun cuando las cosas no salían del todo bien, es la que le lleva a ser protagonista especial de un duelo que confía se convierta en celebración de todos. A fin de cuentas, llegar a esa cifra tan redonda “constituye todo un orgullo para un jugador que se siente muy feliz como yo”, reconoce el soriano.
De hecho, reconoce algo: “Nunca imaginé, cuando llegué por primera vez a Haro, que iba a cumplir tantos partidos, que iba a disfrutar tanto de fútbol. Este equipo me ha cambiado en muchos sentidos y además para bien”. Y trata de corresponder, ahora que se exige un paso al frente, porque reconoce agradecido que ha habido “varios partidos que me han marcado mucho, sobre todo de la temporada pasada. Uno, por excelencia, el del ascenso. Fue muy emocionante porque logramos algo que ansiaba yo personalmente y algo que ansiaba el club”.
Cuatro años después sigue compartiendo objetivo con el club blanquinegro. Ahora el sueño de la salvación en una campaña que “está resultado bastante dura, muy atípica por lo que estamos viviendo. Tanto nosotros como el resto de los equipos y el resto de la gente”.
Y que es también “difícil de explicar. No sé si es que al principio no salieron las cosas como esperábamos y entramos en una dinámica negativa que ha costado remontar. Es cierto que en el equipo ha habido muchos cambios con relación a la temporada pasada y, por distintos motivos, ha costado construir un bloque dentro del equipo porque los jugadores llegamos de diferentes equipos con diferentes modelos de juego, y otros años ya contábamos con una estructura formada. Todo eso ha supuesto que la gente no haya podido ofrecer su mejor versión y conlleva que el equipo no dé el nivel que se exige en esta categoría”.
La realidad de una temporada atípica. El futuro, lo único que preocupa ahora al centrocampista, pasara ahora por “dar lo mejor de cada uno para, desde ahí, conseguir lo que siempre ha ofrecido el Haro, que es competir en todos los lados, jugando mejor o peor” para abandonar la línea de irregularidad que parece bloquear cualquier posibilidad de reacción.
“Ha habido partidos en los que se ha visto a una plantilla muy comprometida, con buenos o malos resultados. Pero eso se ha visto a cuentagotas”, reconoce el jugador blanquinegro. “Y el objetivo sigue siendo, por ello, el mismo”.
“Hay que ser realistas. La cosa está realmente complicada”, reconoce Josua
Pasa por reconducir la marcha para sumar cuanto antes “una victoria que aporte mucho ánimo para todo lo que resta de la temporada. Porque hay tiempo”, sostiene Josua, convencido de que el Haro dispone de margen para poder recuperar el pulso de la competición. “Pero cada semana que pasa, menos”, advierte no obstante.
El centrocampista no se pone una venda en los ojos. “Hay que ser realistas. La cosa está realmente complicada. Pero también somos conscientes de que con trabajo y creyendo puede llegar esa victoria que cambie todo para que, a partir de ahí, vayamos partido a partido con la idea clara de que hay que sumar de tres en tres para tener opciones de permanencia”.
Poniéndose en lo mejor, tampoco desecha nada de lo sufrido hasta el momento porque “la temporada, ciertamente, está resultando muy compleja pero también está suponiendo un aprendizaje para todos nosotros. Para los jugadores, para el cuerpo técnico, para el club… Ayuda a entender lo dura que es esta categoría en la que, si no estás a la altura, no perdona. Porque hay equipos con jugadores de mucho nivel”, asegura.
No obstante, Josua no ve todo perdido. Aún hay tiempo, como destacaba anteriormente. “Si seguimos con la intensidad del partido anterior, siendo por encima de todo un equipo, tendremos nuestras opciones. Y para ello se necesita regularidad y nuestra mejor versión”. Y ésa es la última lección que da un futbolista que sigue siendo fiel a su papel, trabajar sobre el campo y ayudar a que brillen otros. Uno para todos y todos para uno.
