El pasado 30 de junio, el Consejo Escolar acordó, por unanimidad, que el nuevo Colegio de Educación de Infantil y Primaria (CEIP) de Casalarreina pase a llamarse ‘María Moliner’, creadora del famoso diccionario de uso del español, de dos volúmenes, en 1966, según comunica el Ayuntamiento.
María Moliner fue una destacada lexicógrafa y bibliotecaria española nacida el 30 de marzo de 1900 en Paniza (Zaragoza). A lo largo de su vida, realizó importantes contribuciones al mundo de la lexicografía y dejó un legado significativo con la creación de su famoso diccionario, el “Diccionario de uso del español”.
Moliner se formó en Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza y posteriormente obtuvo una plaza como bibliotecaria en la Universidad de Valencia. Durante su carrera, desempeñó diversos cargos en bibliotecas y realizó investigaciones sobre temas relacionados con la biblioteconomía y la lexicografía.
Su trabajo más conocido y reconocido
Su trabajo más conocido y reconocido es el “Diccionario de uso del español”, una obra monumental que comenzó a redactar en 1952 y que se publicó en 1966. Este diccionario fue una respuesta a la necesidad de una herramienta más práctica y accesible para el uso cotidiano del español, y se caracterizó por su enfoque descriptivo y exhaustivo.
María Moliner trabajó en la elaboración de su diccionario de forma independiente, sin el respaldo de ninguna institución académica o editorial. Realizó una minuciosa recopilación de palabras y expresiones, incluyendo ejemplos y definiciones claras. Su diccionario se convirtió en una referencia imprescindible y recibió numerosos elogios por su rigor y utilidad.
A pesar de su importancia, la obra de María Moliner no recibió inicialmente el reconocimiento y difusión que merecía. Sin embargo, con el tiempo, su diccionario fue valorado en su justa medida y se ha convertido en una referencia indispensable para los estudiosos de la lengua española.
María Moliner falleció el 22 de enero de 1981 en Madrid, dejando un legado duradero en el campo de la lexicografía y un aporte invaluable al estudio y uso del español. Su trabajo ha sido reconocido póstumamente y su figura se ha convertido en un ejemplo de dedicación, rigor intelectual y pasión por la lengua.
Sin embargo, María Moliner ha alcanzado fama que perdurará secularmente por ser autora de una obra que parece habría de ser fruto de un numeroso equipo científico ampliamente dotado de medios; y que, sin embargo, es trabajo suyo exclusivo, sin que por ello desatendiera ni a su destino de bibliotecaria ni a su vida familiar, su marido y sus hijos: el formidable Diccionario de Uso del Español, en dos gruesos volúmenes (1966).
Tiene más entradas y acepciones que el de la Real Academia Española y lo supera ampliamente, como al Casares, pues Maria Moliner, a lo largo de años, sobre miles y miles de fichas, estudió el significado y papel de cada palabra castellana según el contexto en que apareciera, añadiendo a sus definiciones y ejemplos el origen de los usos de las palabras y de las expresiones de la vida cotidiana. Pudo haber sido la primera mujer académica de la Lengua y para ello fue postulada. Pero ni su tarea, perfectísima y monumental, ni su vigor intelectual, ni su más que probado conocimiento del español, bastaron para vencer en los «inmortales» más apolillados el prejuicio contra su sexo. Murió en Madrid a los 81 años.
“María Moliner hizo una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en casa, con su propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana”, así definía el Nobel de literatura, Gabriel García Márquez la magna obra de la lexicógrafa aragonesa, quizá sea la mejor definición de la importancia fundamental de su legado.