Se inició la sesión con el balance de Laura Rivado sobre los tres años en el poder del tripartito, que resumió en que se dejará “una ciudad un poco mejor de la que nos encontramos” y que todo lo que se ha hecho en este tiempo “ha sido en beneficio de jarreros y jarreras”.
Entre otras actuaciones, Rivado destacó la reducción de la deuda, el aumento de las inversiones y la rebaja del IBI. La alcaldesa también quiso subrayar “el esfuerzo del tejido asociativo de Haro” y proyectos como la aceleradora de empleo. No se olvidó tampoco de los trabajos de mantenimiento en los colegios, la colaboración con la Universidad de La Rioja, la puesta en marcha de una comisión de la mujer y “el compromiso de este equipo de gobierno con las políticas de igualdad”.
Batería de críticas a la gestión del equipo de gobierno
Asimismo, Rivado destacó el plan de gestión turístico puesto en marcha recientemente, las ayudas sociales, el plan de ayuda a temporeros, el proyecto para eliminar barreras arquitectónicas en la ciudad o las mejoras en la ludoteca y en la zona azul.
Como no podía ser de otro modo, Alberto Olarte, en nombre del Grupo Municipal Popular, quiso echar por tierra todo este balance desde el principio, y hasta criticó el tiempo invertido por Rivado en las explicaciones: “Le ha dedicado muy poco tiempo a cosas muy importantes”. A partir de ahí, batería de reproches y críticas a los tres años de gobierno del tripartito. “Tienen la ciudad abandonada y en retroceso”, afirmó Olarte, que no quiso dejar títere con cabeza y acusó al ejecutivo local de no querer rendir cuentas. “Lo que les gusta es esconder la cabeza”, denunció.
Pero la crítica de los populares continuó a quemarropa. Olarte reprochó a Rivado que presuma de superávit cuando “debería darles vergüenza porque no invierten en nada”. Y puso el ejemplo de la próxima adecuación de la avenida de La Rioja: “Estaba estupendamente hasta que llegaron ustedes al poder, otro ejemplo más de su retro-lentitud”.
Sólo un ejemplo más de la enorme lista de críticas al trabajo del equipo de gobierno en estos últimos tres años entre las que Olarte quiso destacar el proyecto del María Díaz, “que se lo encontraron hecho”, el abandono del polígono de la Zaballa, la pasarela sobre el río Tirón, las obras “innecesarias” en la plaza de la Paz, la incapacidad para negociar y sacar adelante un nuevo centro de día, un gabinete de prensa de “uso exclusivo para ustedes y para su propaganda”, unos estudios históricos del Casco Antiguo que “no sirven para nada”, la intervención en el Mercado Municipal, un vivero de empresas que “está parado”… y así una ristra de reproches que para Olarte sólo vienen a reflejar que “han fracasado estrepitosamente”.
“No han hecho ni una sola inversión, si hay que endeudarse, se endeuda”, llegó a decir Olarte, que deslizó, en modo futbolero y haciendo alusión a un artículo del Diario El Correo, “una crisis de gobierno en el Consistorio” por “el ascenso de un concejal a Primera y el descenso de otro a Segunda” a lo que Redondo respondió con un sonoro y natural “¡Ay la hostia!”, y que provocó que alguna carcajada se escapara entre el respetable.
En el turno de réplicas, el concejal Manuel Gasalla (PSOE) comenzó asegurando que, después de la intervención de Olarte, daban ganas de “cambiar el negocio y llevarlo a otra parte”. Quiso destacar, entre otros asuntos, que la sujeción de la Atalaya “no contaba ni con partida ni con proyecto”, que el convenio con los funcionarios llevaba sin firmarse 10 años o que gracias a la reforma de la plaza de la Paz, el viandante ha ganado espacio y que se trata de “un acierto”.
En la misma línea se manifestó Javier Redondo (Ganemos Haro), que también defendió las obras de la plaza de la Paz: “Bienvenidos al siglo XXI en el que todo el mundo está peatonalizando sus ciudades”. De igual manera rompió una lanza en favor de los trabajos en “calles que había que arreglar” y que han sido “toda la vida un estercolero”. “Qué le vamos a hacer si les parece mal que también dignifiquemos y demos valor a algunas zonas de la ciudad”, afirmó. “Una cosa es ser de pueblo y otra cosa es ser pueblerino”, añadió después, comentario por el que luego pidió perdón.
Por parte del PR+, Lepoldo García reprochó a Olarte su “discurso catastrofista que ya lo hemos escuchado muchas veces” y mostró su desaprobación con respecto a temas como el María Díaz o el polígono de la Zaballa. “Fuisteis incapaces de ponerlo en marcha y algún día tendréis que explicar por qué no queríais hacerlo”, afirmó García en relación a la reforma del María Díaz. “Si contrastamos los últimos tres años de nuestra gestión con los últimos cuatro años vuestros, no hay color”, llegó a decir un García visiblemente molesto.
“Es penoso, viven en una realidad paralela”, le contestó Olarte, que siguió ampliando su discurso: “No han hecho nada de nada, viven en la autocomplacencia”. De hecho, para el concejal popular es “público y notorio” en la ciudad el mal trabajo que ha hecho este equipo de gobierno.
Laura Rivado fue la encargada de cerrar el debate destacando su apuesta por no llevar a cabo “obras faraónicas”. “Preferimos hacer diez obras de 200.000 euros que no una de cinco millones”, subrayó la alcaldesa, que quiso recalcar que el nuevo centro de día es una petición que seguirán solicitando al Gobierno de La Rioja porque Haro “como cabeza de comarca necesita un centro digno” y volvió a indicar la necesidad de poner en marcha el polo educativo. “Si ustedes sacaron en su día el serial Los Mundos de Laura, podríamos hacer lo mismo con los Mundos del PP”, dijo medio en broma medio en serio. “Lo único que buscan es desgastar a este equipo de gobierno. Piensan en elecciones y nosotros en la ciudad”, zanjó Rivado un debate que no sorprendió a nadie. Más de lo mismo en una ciudad dividida.
