- El Haro Deportivo será recibido este jueves por el presidente Ceniceros
- “Prometimos volver y lo hemos hecho”
- Sueño cumplido: El Haro logra el ascenso a la Segunda División B
El Haro es de Segunda B. El sueño perseguido durante años se hizo ayer realidad en un partido en el que los blanquinegros merecieron incluso más que sólo el gol en propia puerta del Zamora. Estrellaron sendos remates en la madera y en los minutos finales pudieron incluso haber goleado. Una locura.
Los primeros diez minutos del choque ya dejaron claro que el Zamora se mostraba más partidario de sentirse seguro atrás y confiar en el desgaste físico de un rival que asumía el control de la bola sin llegar, en ningún caso, a mostrar síntomas de claridad en los movimientos.
El Haro se adelantó gracias a un gol en propia puerta
En la escuadra de Calle pesaba la responsabilidad y la tensión de un duelo de máxima trascendencia. Y el partido se hacía espeso, tosco, desordenado. Un querer y no poder, sin orden ni concierto en el que los visitantes empezaban a mostrar, aunque a cuentagotas, más veteranía y temple.
Al cuarto de hora, con algún pase pifiado de por medio, la olla a presión se convertía en una balsa de agua en pleno achuchó en el que se perdía una bola sobre la frontal del área del Zamora y Facu, de semivolea, enganchaba un disparo ajustado a la escuadra derecha que Jon despejaba a mano cambiada para estrellarse la bola en la madera.
Fue un aviso inesperado. Una jugada aislada en medio de la bruma. Pero también una pista de que el partido estaba para esas cosas, más que nadie intuye en cualquier momento. Porque el Haro fue ganando enteros, y de qué manera. Poco a poco se fue comiendo a un Zamora que poco o nada pudo demostrar sobre el césped de El Mazo.
Poco después, una arrancada en solitario de Facu, decidido a pelearse con el mundo, volvería a demostrarlo poco antes de la media hora, aunque llegase a posición de disparo marcado y sin apenas fuerzas, entregando la bola mansa a las manos del meta visitante.
Andaba apagándose la poca brasa del partido cuando Mikel Bueno peleó un balón suelto para cobrarse un libre directo cerca del vértice izquierdo del área. Y Calle intuyó que ésa era la buena. Tanto que se volvió a la grada, pidió presión ambiental a la parroquia y Facu envevenó el saque buscando a media altura la prolongación a un balón que ganó orientación con el toque de un jugador del Zamora para convertirse en el primer tanto de la tarde y a la postre único (1-0).
El delirio en la grada. Y más duda en las filas del equipo foráneo que no acertaba a cambiar la dinámica de ese primer periodo, poco estético pero favorable a los puntos a la escuadra blanquinegra. Descanso y tiempo para la revisión de todo. En uno y otro bando.
El arranque del segundo tiempo fue, cuando menos, desconcertante porque el Haro pareció tomar mantener la inercia del primer tiempo y creó, en apenas siete minutos, dos claras ocasiones ante un Zamora sonado. Arana vio como Jon repelía su disparo de izquierda tras la dejada de Mikel Bueno en el corazón del área, y Facu largó un zambombazo desde la frontal a la que respondió el meta visitante con acierto y destreza.
Fue lo mejor de ese reencuentro con el partido, que exigía del Zamora una reacción, al menos racial para no perder el rumbo ni las opciones. Pero todo su bagaje fueron un barullo en el área jarrera por despiste de Sobrón, y un saque de esquina cerrado que despejó ante una nube de rivales el meta local, poco antes de atajar un disparo envenenado.
Poco más que presión territorial que un Haro que vendía terreno y veía como aumentaba el bombeo de balones sobre su espacio, sin riesgo aparente aunque con máxima tensión.
Nada comparado con el cabezazo, cruzado y ajustado al palo pero por el lado bueno, con el que Mikel Bueno culminó un servicio templado de Loza desde la izquierda.
Final con suspense con un Haro desperdiciando numerosas ocasiones
En ese contexto se llegó a los últimos veinte minutos de partido. Los nervios a flor de piel y suspense no apto para cardíacos. Con todo por hacer, con enorme tensión en la lista sintentica y fiesta en la grada, decidida a dar aliento a un equipo que empezaba a mostrar síntomas evidentes de cansancio.
Una dejada de espaldas de Josua sobre Mikel Bueno, que repelieron el portero y el palo, y el disparo de Achi que despejó a córner Jon, demostraron que, a pesar de todo, el Haro se movía con más instinto en ese escenario de mínimos físicos.
Aunque en una salida de tres contra el portero, Txejo dejase la bola a Achi, mano a mano con Jon, y el delantero blanquinegro se topase en su remate, a bocajarro, con el cuerpo del cancerbero.
“¡Somos de La B!”
Que Fermin despejase a córner un remate picado de Ramos dio alas y un respiro al equipo jarrero que fue ganando tiempo y desperdiciando las ocasiones que iba generando, ya sin peligros y la mayoría de ellas con Achi de protagonista.
Especialmente en el descuento cuando se encontró solo y forzado, si el portero en su área al haber intentado rematar un córner y estrelló el balón en el poste. Para no creérselo. Lo que fue finalmente cierto es el ascenso. Un sueño hecho realidad con más suspense de lo esperado pero con méritos más que sobrados. Invasión de campo y lágrimas de felicidad. “¡Somos de La B!”, no se cansaron de gritar los jugadores del Haro junto a sus aficionados.
Galería de imágenes | El Haro Deportivo asciende a Segunda B
Haro Deportivo: Fermín Sobrón; Ibáñez, Txejo, Pirri, Javi Duro; Iván Arana (Achi, m. 78), Facu Ballardo, Josua, Óscar Loza; Joseba García (Unai Arguiarro, m. 75) y Mikel Bueno (Carmelo Sota, m. 90).
Zamora CF: Jon; Chete (Murci, m. 52), Asiel, Raúl, Coque; Dani, Pipi (Rodríguez, m. 82), Juanan (Sergio García, m. 73 ), Ramos; Garban y Alvarez.
Goles: 1-0. M. 33: Asiel, en propia tierra puerta.
Árbitro: Andrés Armando Ramos. Amonestó, por parte del Zamora, a Juanan, Garban y Murci, y por parte del Haro a Mikel Bueno e Iván Arana.
Incidencias: Cerca de 3.500 personas presenciaron el duelo en el municipal de El Mazo, cercar un millar seguidores del equipo castellanoleonés.
El Haro se impone por la mínima gracias a un tanto en propia puerta de Asiel, tras un libre directo envenenado por Facu Ballardo, y con ello hace valer el tanto anotado a domicilio en la ida. El conjunto riojano es ya equipo de Segunda B por la vía directa.