La exposición prolongada de la piel a los rayos del sol puede tener efectos negativos muy perjudiciales para la salud, tal como apuntan los estudios, además de dar lugar a un envejecimiento prematuro de la misma. El uso de protectores solares se vuelve imprescindible siempre que la piel vaya a ser expuesta al sol, sobre todo en el horario que comprende de 10:00 horas a 16:00 horas, cuando la radiación es mayor, tal como señalan los expertos. Pero también en otras situaciones especiales, por ejemplo, tras realizarse un tatuaje, en cuyo caso es necesario llevar a cabo otros cuidados especiales. Los especialistas de la piel explican cómo proteger los tatuajes del sol y qué cuidados se deben realizar.
Los tatuajes recién hechos requieren una serie de cuidados específicos entre los cuales se encuentran la protección frente al sol y la hidratación. Y es que una falta de cuidado en los tatuajes recién hechos puede dar lugar a problemas en la piel, como inflamaciones en la zona —conocida como granuloma— que se crea alrededor de la tinta y otras infecciones. De hecho, en la mayoría de los casos son cubiertos con una banda plástica transparente, nada más han sido realizados, lo que impide las rozaduras, así como la eliminación del producto hidratante aplicado de manera previa. El sol, como apuntan los profesionales del sector, no es un buen aliado en estos casos, sobre todo porque ello puede dar lugar a una pérdida de la definición y a que la tinta se desdibuje, afectando al resultado final de dibujo; pero también porque puede ocasionar otra serie de complicaciones que pueden afectar a la salud. Es por este motivo por el cual recomiendan hacer uso de protectores solares frente a la radiación UV. Aconsejan utilizar productos con un SPF elevado, como los que pueden encontrarse en el catálogo online de la cadena especializada en belleza: PacoPerfumerías.com. En ella pueden encontrarse protectores solares con SPF 6 hasta 50+, además estos están disponibles en una gran variedad de texturas, como las cremas, los sprays, la leche, los aceites, las brumas…
Por supuesto, los especialistas de la piel aconsejan, de igual manera, proteger los tatuajes que ya tienen más tiempo en el cuerpo, así como llevar a cabo una correcta hidratación de la piel para que esta mantenga un aspecto saludable. Entre los consejos y precauciones para proteger tatuajes los especialistas hablan de la importancia de tapar las zonas tatuadas, de la correcta hidratación y de la utilización constante de protección solar.
Tapar los tatuajes al exponerse al sol
Una de las primeras recomendaciones que ofrecen los expertos es la de proteger del sol las zonas de la piel con tatuajes, sobre todo si son recientes. Aclaran que los pigmentos con los cuales se fabrican los tatuajes son sensibles a la luz, por lo que su exposición puede ocasionar una pérdida de longevidad. Precisamente por este motivo, consideran que la apuesta más segura es la de cubrir los tatuajes, sobre todo durante las dos primeras semanas para que la herida pueda curarse y cicatrizarse adecuadamente, y de esta forma se puedan aplicar los protectores solares de manera posterior. Aclaran que un tatuaje es como una herida abierta y que, por lo tanto, es necesario llevar a cabo los cuidados específicos.
Hidratación continua del tatuaje y recuperación de la piel
Cuando el tatuaje acaba de realizarse debe ser hidratado constantemente, al menos durante las dos primeras semanas, ello implica la utilización de una crema reparadora especial para el cuidado de los tatuajes. Estas contienen glicerina, entre otros componentes, que ayudan a mantener la hidratación y una nutrición de la piel adecuada, ayudando a la cicatrización y previniendo infecciones. Este tipo de tratamientos deben ser emolientes, es decir que ablanden o relajen la zona inflamada.
Usar protección solar
Tal como explican los expertos, existen diferentes tipos de protectores solares, en función del SPF y de la textura, que depende de las preferencias y gustos de cada quien. El protector solar debe utilizarse cuando la herida del tatuaje ya ha cicatrizado —mientras tanto, reiteran, debe evitarse su exposición al sol para evitar la decoloración y daños mayores—. En cuanto al SPF recomendado, los expertos indican que el protector solar debe tener un SPF de 30 a 50+. Además, aclaran que no basta con utilizarlo una sola vez al día. De hecho, recomiendan aplicarlo cada dos horas —al igual que recomiendan hacerlo en las zonas sin tatuajes, pero que también están expuestas a la radiación solar—. Por otro lado, explican que en los casos de las personas con exceso de sudoración o que han mojado su tatuaje en la playa y/o en la piscina el protector debe aplicarse con más frecuencia, concretamente después de haberse secado la piel. Como rutina, aconsejan comenzar aplicando la crema solar a primera hora de la mañana y a lo largo del día, sobre todo en las horas con mayor radiación solar.
Otros consejos y recomendaciones sobre el cuidado de los tatuajes
Aparte de lo explicado hasta ahora, los especialistas de la piel aconsejan tener en cuenta ciertas precauciones antes de hacerse un tatuaje y de manera posterior. En primer lugar, recomiendan evitar los tatuajes en la temporada de verano, por muy pequeños que sean, ya que la radiación es mayor y la exposición al sol también —sobre todo, porque la cantidad de prendas que lo pueden proteger es menor—. Por otro lado, en verano se corre más riesgo de que se infecten debido a que estos están más desprotegidos frente a roces y bacterias, matizan. Así mismo, una vez que el tatuaje ha sido realizado, explican que es fundamental mantener la zona sin suciedad, de esta manera se prevendrán infecciones e inflamaciones y la viveza del tatuaje se mantendrá intacta. Reiteran que, como una herida abierta que se trata, es esencial que esta sea cuidada adecuadamente. Por esta misma razón, recomiendan evitar los baños en la piscina o en la playa durante las dos primeras semanas hasta que la herida haya cicatrizado. Por supuesto, aclaran que los tiempos pueden variar dependiendo del tamaño del tatuaje y de la zona en la que ha sido realizado, puesto que hay zonas más delicadas en las que el tiempo de recuperación de la herida resulta mayor.