Haro volvió a vestirse de otoño este domingo para poner el broche final a las XXXI Jornadas Micológicas Jarreras, organizadas por la Asociación Deportiva Toloño. A pesar de la sequía por la que atraviesa la región (aunque justamente este domingo llovió), la plaza de la Paz acogió una exposición con cerca de 160 especies de setas clasificadas, fruto de la salida micológica del sábado. No faltaron la tradicional degustación popular ni la entrega del Premio Carlos Aguirre Hernando, que este año recayó en el jarrero Alfonso Olarte Martínez, por la especie más singular encontrada en Álava.
“Hay que andar y moverse mucho para encontrarlas”, reconocía Olarte con una sonrisa, micólogo veterano de 72 años que lleva “desde chaval” saliendo al monte en busca de setas. Su hallazgo le valió una comida para dos en el Restaurante Beethoven, patrocinador del premio que recuerda al querido Carlos Aguirre Hernando.
“Ha salido adelante contra todo pronóstico”
“Estupendo, con mucho miedo”, resumía Esteban García, presidente de la AD Toloño, al valorar el desarrollo de unas jornadas que estuvieron a punto de suspenderse. ” La Rioja está seca, seca, seca… Pensábamos incluso en suspenderlas. Pero moviéndonos con mucha gente y al extrarradio, al final ha salido. Estoy muy contento”, afirmaba satisfecho.
La muestra, aunque más modesta que en ediciones anteriores, ha sido para García motivo de “orgullo”, como reconocía. “El año pasado tuvimos más de 220 ejemplares. Pero este año era casi imposible. Cualquiera que haya salido al monte lo habrá visto: todo está completamente seco”, explicaba.

Esfuerzo colectivo
El éxito de la cita ha sido fruto de un esfuerzo compartido. “Nos implicamos gente de la zona y también entendidos de fuera”, señalaba García, que quiso destacar la colaboración de asociaciones y expertos llegados desde Bilbao, Navarra y Miranda de Ebro. Entre ellos, Juan Cruz Vozmediano, de Micolosa de Miranda, que ha coordinado gran parte del trabajo técnico y científico de las jornadas.
Vozmediano, satisfecho con la respeusta del público y el nivel de participación, ponía un “cien” a las jornadas, aunque también aprovechaba la ocasión para expresar una queja recurrente, a la que también se refirieron desde la AD Toloño: la dificultad para conseguir permisos científicos en La Rioja. “Tenemos que movernos a Soria, Álava o Vizcaya para recolectar, porque ahí la normativa solo nos permite recoger 72 especies comestibles. El resto está prohibido, incluso con multas”, señalaba.
“Es absurdo que tengamos que irnos fuera para poder hacer una exposición en nuestra tierra”, añadía. La AD Toloño ha solicitado formalmente este permiso en varias ocasiones, pero sin éxito. “Es frustrante, después de más de 30 años celebrando estas jornadas”, reconocía Esteban García, que pedía comprensión a las administraciones en este sentido.
A pesar de las dificultades, el ambiente en la plaza de la Paz fue festivo y animado, y las jornadas reunieron a curiosos y también a muchos amantes del mundo micológico. García quiso agradecer especialmente la ayuda del Centro Tecnológico de Investigación del Champiñón de La Rioja (CTICH), que aportó “unos sacos con setas de cultivo, muy interesantes para la exposición”, y de las bodegas colaboradoras, que acompañaron la degustación con vinos locales.
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