Efectivos de La Guardia Civil en La Rioja, en el marco de la “operación Miller” de ámbito nacional, que desarrolla el Plan de respuesta policial al cultivo y tráfico ilegal de marihuana y los beneficios del mismo, han investigado a dos personas, de 32 y 56 años -padre y su hijo-, como presuntos autores de un delito contra la salud pública por cultivo de droga.
En la actuación ha colaborado la Unidad Aérea de la Guardia Civil con base en Agoncillo -La Rioja-, que es la encargada de realizar vuelos de reconocimiento de manera regular por toda la provincia para detectar desde el aire plantaciones de cannabis sativa.
Los pilotos mientras sobrevolaban el término municipal de Cañas de Rioja, observaron en una de las fincas lo que podría ser una plantación de marihuana camuflada entre tomates y maíz, por lo que dieron aviso a las unidades terrestres.
Agentes del puesto de Alesanco se trasladaron al lugar de los hechos y verificaron la información de los pilotos. Una vez fueron localizados los responsables del cultivo se procedió al arrancamiento e incautación de un total de 29 plantas de marihuana, que presentaban una considerable frondosidad y se encontraban en el momento óptimo de recolección. Los cogollos fueron separados de las plantas y arrojaron un peso de 21 kilos.
Durante la inspección de la finca los agentes intervinieron en una caja de zapatos, en varias bolsas y en un bidón, otros cuatro kilos de cogollos de marihuana preparados y listos para su distribución, junto a una lavadora en frío de marihuana, para extracción del polen del cannabis y elaboración de hachís.
Los investigados, así como las diligencias instruidas, han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.
Nuestro Código Penal contempla que: “Los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o tráfico, o de otro modo promuevan, favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, o las posean con aquellos fines, serán castigados con las penas de prisión de tres a seis años y multa del tanto al triplo del valor de la droga objeto del delito si se tratare de sustancias o productos que causen grave daño a la salud, y de prisión de uno a tres años y multa del tanto al duplo en los demás casos”.
En contra de la creencia popular, que considera la marihuana como una “droga blanda”, el cultivo y/o elaboración de ésta, en cualquiera de sus variedades, independientemente de su peso y cantidad, sea al aire libre, en campo abierto, o en zona cerrada o terreno particular, es constitutivo de delito contra la Salud Pública.
