El colegio público San Matías de Huércanos participará en un programa piloto del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para adaptar medidas preventivas ante posibles inundaciones. El propósito de este proyecto es lograr una actuación coordinada de todas las administraciones públicas y la sociedad para reducir las consecuencias negativas de las inundaciones sobre la salud, la seguridad de las personas y los bienes.
La decisión de participar en este programa piloto surge tras los daños producidos por las intensas lluvias registradas a finales del pasado mes de junio en Huércanos, donde la escuela San Matías, perteneciente al Colegio Rural Agrupado (CRA) Cuenca del Najerilla, fue una de las infraestructuras más dañadas de la localidad.
A través de este proyecto, se proporcionarán las herramientas principales para minimizar los daños causados por una inundación, centrándose en la protección del edificio, sin incluir medidas que modifiquen el proyecto de urbanización o los planes de ordenación municipal.
En primer lugar, el programa piloto realizará un estudio para detectar la vulnerabilidad de las instalaciones frente al riesgo de inundaciones vinculada a tres aspectos: la seguridad de las personas, considerando el tiempo de vuelta a la normalidad; la seguridad del edificio, tanto del continente como del contenido; y los efectos dominó o cascada que se puedan generar en el entorno inmediato.
También se abordará el diagnóstico del problema, cuáles son los principales puntos de entrada de agua al edificio y se orientará sobre los posibles daños que pueden ocasionar las inundaciones en esta instalación.
Ante posibles inundaciones, el programa piloto aportará soluciones y medidas para mitigar los daños, así como una estrategia planificada para estar preparado, adaptado y con capacidad de reacción y de recuperación.
El Adarraga ya dispone de un programa similar
Por último, el programa piloto también abordará la fase de la emergencia. Por un lado, se exponen las reglas básicas de actuación antes, durante y después de la inundación; y, en segundo lugar, se orientan los pasos a seguir en la recuperación de los daños sufridos.
En La Rioja, el Complejo Deportivo Adarraga de Logroño ya dispone de un programa piloto de adaptación al riesgo de inundación.
