En plena época estival, con el pueblo a rebosar de veraneantes, sufrir una fuga de agua es un engorro de los gordos. A primera hora de este sábado, el teléfono del alcalde de Casalarreina ha empezado a sonar. Y es que la presión del agua no alcanzada “más allá de un chorrito” en muchos establecimientos y domicilios. “Teníamos una espectacular fuga de agua y no se sabía dónde”, reconoce Félix Caperos.
Pero el problema se ha solucionado rápidamente, en unas pocas horas. A través de las redes sociales, el propio alcalde ha querido dar las gracias al “pedazo equipo de profesionales y de seres humanos que tiene este ayuntamiento”, tales como Agustín, José Ignacio, Sergio Elías, Miguel y Elías, que “otra vez han demostrado, todos ellos, que no hay horas ni festivos cuando hace falta echar el resto, ahí están para arrimar el hombro. Una pasada”. Hacía tiempo que el municipio no sufría una avería de este tipo.
Finalmente se ha localizado la fuga pronto, en la calle Baja y se ha arreglado rápidamente, en cuestión de horas. “Así que seguimos adelante con el verano y con agosto”, dice Caperos. Y es que el verano da para mucho, y los problemas suelen aparecer cuando menos te lo esperas.