La concejala de Vinea en el Ayuntamiento de Haro, Laura Vidaurre, ha denunciado, a través de un comunicado, lo que califica como “acusaciones muy graves” del equipo de Gobierno sobre su persona.
La primera acusación hacía referencia a la supuesta contratación de un “plan chapucero de emergencia” por parte de la concejala, pagado con fondos públicos. Sin embargo, Vidaurre asegura que dicho plan fue elaborado de “forma correcta” y “con aviso previo a la alcaldesa y con un coste de 665 euros”. La concejala argumenta que el plan estaba “perfectamente adaptado” a las necesidades del Centro Juvenil y contaba con “un presupuesto acorde al trabajo realizado”. “Nos preguntamos la razón por la que se hace esta acusación”, señala Vidaurre, sugiriendo que la acusación podría tener como trasfondo la necesidad de justificar un gasto mayor en un plan similar para el Teatro Bretón, cuyo coste ascendió a 2.783 euros. “En vez de argumentar con datos objetivos la diferencia se pierden las formas y se pone en duda la profesionalidad de un técnico competente de Haro y la honradez de una concejala. Lejos de pedir perdón públicamente, se da la callada por respuesta a una acusación de tal calibre”, explica.
La segunda acusación se refiere a la gestión de una subvención para la gestión de colonias felinas en el municipio, que, según Vidaurre, fue tramitada “correctamente” antes de que fuera cesada como concejala del equipo de Gobierno. En este sentido, la concejala de Vinea recuerda que el concejal delegado de Bienestar Animal desde que comenzó la legislatura es Rafael García (PP), tal y como “se aprobó en pleno la estructura de las áreas y sus concejales delegados”. “Como se trataba de un ‘equipo de Gobierno’ y los primeros meses fueron caóticos por la carga de trabajo, yo intenté echar una mano en el tema de la gestión de colonias felinas y animales extraviados”, destaca.
La concejala pide al equipo de Gobierno que se retracte
Según detalla Vidaurre, la subvención quedó presentada el día 5 de agosto, antes de su cese el 14 de agosto, por ello considera que cualquier cuestión relacionada con la denegación de la misma es “responsabilidad” del nuevo concejal, Luis Salazar. “En todo caso, la responsabilidad es del concejal que me acusa, no mía y si ejerce bien sus funciones debería llamar al Ministerio y contrastar la denegación de la subvención, no dedicarse a culpar a los demás sin argumentos y sin razones como hace habitualmente”, insiste.
Por ello, Vidaurre ha pedido al equipo de Gobierno que se retracte de las acusaciones vertidas contra ella, aunque asegura que no tiene muchas esperanzas de que esto ocurra: “Eso es pedir peras al olmo”. La concejala de Vinea concluye afirmando que, desde la oposición, seguirá trabajando y “desmintiendo con pruebas” todas las acusaciones que “parece que tienen que verter contra los demás para argumentar su mala gestión”. “A veces las mentiras se vuelven en contra del que las lanza y esto es una prueba de ello. Espero que para próximas ocasiones actúen con rigor y sobre todo con la verdad por delante”, espera.
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