El teatro Bretón de los Herreros acogió el pasado viernes el acto de graduación de los alumnos y alumnas de Bachillerato y Ciclos Formativos del IES Manuel Bartolomé Cossío.
Como destacó en su discurso el director Fabián Martín, la celebración supuso “algo muy especial”, ya que se trataba de la primera vez que se celebraba con la nueva denominación.
Fue una jornada de fiesta y de celebración para los alumnos de 2º de Bachillerato y de los ciclos formativos de grado medio y grado superior de las familias de Administración y de Electrónica. Pero, además, el acto incorporó por primera vez a la familia de graduados de la primera promoción del ciclo superior de Vitivinicultura, que se estrenaba este curso en el instituto.
Con este acto, la familia del centro educativo quiso transmitir su cariño y “haceros un reconocimiento público del esfuerzo constante realizado durante estos años. Habéis llegado hasta aquí gracias a la fuerza que habéis demostrado durante este tiempo. Habéis probado vuestra capacidad de recuperación ante las dificultades y estáis preparados para elegir vuestro camino y para superar cualquier adversidad que se os pueda presentar en esta nueva etapa que comenzáis a partir de hoy”, destacó Martín, que también expresó el “reconocimiento” del centro al trabajo realizado por todos los profesores.
En todos los actos de graduación, el centro educativo invita a una persona para que aporte a los estudiantes graduados su “experiencia” y que “contribuye a hacer este acto aún más grande”. En esta ocasión, el IES Manuel Bartolomé Cossío quiso invitar a Roberto Rivera, que hizo hincapié en que el reto, a partir de ahora, es “ser cada día mejor, más rápido, más fuerte, más inteligente, hasta compensar con inteligencia la inevitable pérdida de la fuerza y la velocidad con el paso del tiempo”.
“La vida no es una autopista de un único sentido”
“Lo que nos hace grandes es rendir siempre al máximo de nuestras posibilidades, sumar en todo momento y adaptarse a las circunstancias para que no nos condicionen”, dijo Rivera a los alumnos. “El combustible que alimentará vuestra maquinaria será la lucha por convertir en realidad cada uno de vuestros sueños. Pero aceptando que la vida no es una autopista de un único sentido, sino un sendero sinuoso que se cruza con muchos otros senderos y que en cualquiera de esas encrucijadas tendréis que tomar otras tantas decisiones y algunas parecerán no llevar a donde teníais planeado”, les aseguró. “¿Habéis oído hablar del futuro? Pues el futuro es ya. Vosotros sois el futuro. Así que manos a la obra”, finalizó.