La meteorología adversa ha impedido la finalización de los trabajos de pintura en la calle Julián Fernández Ollero. En principio, el Ayuntamiento de Haro esperaba que estas labores pudieran haberse concluido este viernes, pero no ha podido ser así, y se reanudarán la próxima semana, después de Año Nuevo.
El proyecto para esta vía de la zona de El Mazo es que pueda contar con más de 50 plazas de aparcamiento, aunque en más de 40 de ellas los vehículos tendrán que estacionarse en diagonal marcha atrás, tal y como se aparca aún en la avenida de La Rioja, fruto del conflicto que en principio llegó a su fin el pasado mes de noviembre con la marcha atrás dada por el Consistorio jarrero. Allí, los aparcamientos volverán a ser en línea.
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Cuando el pasado mes de septiembre se anunció la iniciativa para Julián Fernández Ollero, el Ayuntamiento se apresuró a recordar que se trata de “plazas libres y que en ningún caso se pretende establecer Servicio de Estacionamiento Regulado en la zona”. En esa ocasión, José María Sáez Morón, concejal de Servicios, aseguró que lo que se quería con esta decisión era “dar respuesta a las necesidades de la zona”. “Cada vez cuenta con más vecinos y más negocios, y por tanto se requiere de espacio para aparcar”, añadió en su momento.
Informe técnico
De esta manera, la calle pasará de más de 20 aparcamientos a cerca de 60. Sáez Morón destacó en septiembre que existía un informe técnico que aconsejaba esta regularización, sobre todo debido a la anchura de la vía”. De hecho, estas labores de pintado se tendrían que haber realizado poco después, pero la primera empresa declinó hacer el trabajo porque exigía un desembolso económico mayor. Según un informe del arquitecto municipal del Consistorio, “la obra no se correspondía con lo descrito en la memoria valorada y redactada”. Se anuló posteriormente la contratación y se presentó un nuevo informe a las dos empresas que habían hecho una oferta para la intervención en la calle.
Finalmente, se concedió el contrato a Señalizaciones Muro por un importe aproximado de 3.200 euros (IVA incluido). Las labores incluyen pintar los aparcamientos, una parada de autobús, distintos pasos de cebra, una zona de carga y descarga, y reducir a dos carriles la circulación en la vía. En su origen, la calle Julián Fernández Ollero tuvo hasta cuatro.
