La Cofradía de la Santa Vera Cruz de Haro trabaja sobre la tesis de que la evolución de la pandemia de coronavirus permitirá recuperar dos años después la celebración de los actos públicos de la Semana Santa y, consecuentemente, de las procesiones de la Pasión, programadas según el calendario litúrgico del 13 al 15 de abril.
De esta manera, avanzaba el prior de la institución religiosa, Ricardo Alonso, tras consultar con todas las entidades y personas que participan de una u otra manera en la organización de las comitivas que sacan a la calle los pasos que se guardan en la parroquia jarrera, aunque en el seno de su junta se contemple esta posibilidad «con cautela» y pendiente, por lo tanto, de las condiciones que impongan en cada momento las autoridades sanitarias.
“Nos toca prepar todo”
«En estos momentos nos toca preparar todo porque organizar las procesiones lleva tiempo y supone contar con personal, costaleros, asociaciones y cofradías que llegan de fuera y colaboran de forma desinteresada con nosotros», recordaba para justificar los pasos previos que han comenzado a dar ya.
La Vera Cruz jarrera ha contactado «con todo el mundo», confirmaba Alonso, y la respuesta recibida por parte de colectivos como la Asociación de Tambores y Cornetas de Haro o las cofradías del Cristo Yacente o la Virgen de la Soledad de Logroño, deja claro que existe una favorable disposición a participar en la realización de cuantos eventos se promuevan en esas fechas, como las convocatorias públicas del Encuentro, la Cena del Señor, el Vía Crucis, el Sermón de las Siete Palabras en Santo Tomás Apóstol o el Santo Entierro, después del traslado del Cristo Yacente.
Tal es así que Ricardo Alonso trabaja, con el resto de los componentes de su equipo, en la posibilidad de incorporar incluso al calendario de la Semana Santa jarrera la celebración de un acto más con motivo de la celebración de la Pascua de Resurrección en el templo de La Mota.
Sería, junto con la ampliación de la plataforma del paso de ‘Cristo con la cruz a cuestas’, la gran novedad de esta nueva edición, según desvelaba insistiendo, en todo caso, que la materialización de esta propuesta quedaba supeditaba, inexorablemente, a la situación de la crisis sanitaria a mediados del mes de abril y al contexto climático de esos días, porque en caso de inclemencias se celebrarían a cubierto en el mejor de los casos.





