El pleno municipal celebrado este jueves, entre otros asuntos, aprobó la modificación de la ordenanza fiscal nº 1.1 reguladora del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). De esta manera, el tipo de gravamen aplicable para los bienes de naturaleza urbana queda fijado en el 0,63 % y empezará a aplicarse a partir del 1 de enero de 2024.
Y es que el interés del equipo de Gobierno local para “reducir la presión fiscal soportada por los contribuyentes” era la de bajar en un 4,55 por ciento el tipo de gravamen aplicado a los bienes inmuebles de naturaleza urbana. Como destacó Rafael García (PP), aunque era un compromiso de su partido liberar la presión fiscal sobre los vecinos, con el gasto en energía y electricidad “desbocado” sólo se ha podido realizar esta rebaja. “Nos gustaría haber hecho una rebaja más importante y haber conseguido un alivio mayor para los contribuyentes. Agradecemos el apoyo de Vox y no será la única modificación”, anunció.
Vox, por su parte, celebró la bajada del impuesto, aunque como aseguró Iván Rivera, con él en el Gobierno municipal esa bajada “hubiera sido mayor”. “Esperemos que ahora esa bajada no se suba por otro lado”, señaló.
Apoyo de Vox y Por La Rioja
La alcaldesa Guadalupe Fernández fue la encargada de cerrar el debate acerca de esta propuesta recordando que se trataba de una medida que estaba incluida en su programa electoral y que “manifiesta el compromiso que tenemos con el alivio de presión fiscal ahora que están subiendo el precio de los alimentos, el incremento de las hipotecas o del carburente. Por ello hemos tomado esta medida, pero de manera prudente”, señaló Fernández, que indicó que “se están identificando” elementos en los que se puede ahorrar y “eliminar gastos innecesarios”.
La medida fue aprobada con los votos a favor de los concejales del equipo de Gobierno local, de VOX y de Por La Rioja y la abstención del Grupo Municipal Socialista.
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