La Estación de Autobuses de Haro cierra al público, pero lo hace por una razón, de manera provisional, como ha explicado la concejala Arantxa Carrero: “La hemos cerrado porque no está en condiciones”. Y es que el objetivo ahora del Ayuntamiento es adecuar la instalación para que esté en condiciones óptimas de cara al viajero y visitante.
El cierre llega porque la empresa encargada de la gestión del centro de comunicaciones terrestre, la Unión Alavesa, requirió de “insistente” deshacerse de su gestión. Sin líneas de servicio dentro de la comarca, al suspenderse el último que mantenía, el autobús urbano, renuncia a la prórroga del contrato suscrito en su día con el Ayuntamiento. Una petición que fue aceptada por el Consistorio, como ha confirmado la concejala del área, Arantxa Carrero.
Gestión de la Estación de Autobuses
Formalizado el trámite de la recepción de la instalación, el Ayuntamiento ha decidido cerrar la estación, desde el bar hasta los servicios públicos, la sala de espera y la única taquilla que permanecía operativa, en concreto la que gestionaba la expedición de los billetes para la línea que comunica Logroño y Bilbao, con parda en Haro.
Y es que, como subraya Carrero, “en las condiciones en las que las instalaciones han sido recepcionadas no se pueden abrir al público“.
Así arranca un período en el que el Consistorio tiene como misión “adecentar la instalación y adecuarla a los tiempos que corren”. Y es que destaca Carrero, “la situación en la que hemos recibido la instalación es deplorable. Ahora mismo no está para que puedan acceder los viajeros a su interior. Es la primera imagen de Haro que le llega al visitante y esa imagen ahora es indecente”, defiende Carrero, al materializarse el cierre oficial de la estación que, eso sí, seguirá ofreciendo una plataforma de operaciones a los autobuses en su patio de maniobras, pero que cancela el resto de servicios que venía prestando desde 1995.
Asegura Carrero que “lo que queremos ahora es contar con un proyecto para renovar la estación, conseguir que ésta sea digna de la ciudad y garantizar que esté operativa lo antes posible”.
Además, a la hora de abordar su gestión no se cierra la puerta a ninguna de las posibilidades que están sobre la mesa. Carrero reconoce que podría salir de nuevo a licitación el contrato de explotación y mantenimiento, “una vez se acondicione y modernice” todo el complejo interior. Pero tampoco se descarta incluso la posibildiad de que sea la propia Administración local la que asuma esta responsabilidad con cargo a los presupuestos municipales. Todo se verá.
Ahora mismo se trata de una custión que no considera “preferente” la concejala responsable del servicio. “Ahora lo prioritario es resolver el problema fundamental, que es contar con unas instalaciones adecuadas”, subraya. Para ello, personal de la Unidad Técnica de Obras visitó estos días el lugar para redactar el proyecto que servirá de base a la contratación de las obras de rehabilitación y acondicionamiento, garantizando que contará “con todos los servicios que se exigen de una estación de autobuses”.
Punto de encuentro familiar
Pero no sólo esto. Y es que el cierre provisional de la estación de autobuses reactiva otro asunto relacionada con este ala de la antigua Casa Cuna, convertida ahora en los Juzgados. La reforma podría contemplar incluso la adecuación de parte de su espacio para la instalación del punto de encuentro de las parejas en proceso de separación con sus hijos.
Descartada en su día, Carrero reconoce ahora que es una más de las posibles ubicaciones que serán valoradas antes de la toma de una decisión en firme del Gobierno riojano, al que le corresponden estas competencias.