El pasado domingo, los niños ya pudieron disfrutar de los nuevos columpios instalados en el parque Manuel Anzuela, junto a la basílica de la Vega. Se formaron incluso grandes colas para descender por el tobogán y deslizarse por la tirolina, y algunos padres tuvieron que recriminar a chavales de 15 y 16 años que querían subirse también cuando “son columpios para niños”.
Pero el susto llegó este lunes, cuando la madre de una niña se fracturó una pierna al bajar por el tobogán justo después de lanzarse su hija. “Ella se subió porque la niña de tres años y medio tenía miedo de tirarse sola. Subió hasta donde estaba ella y se tiró con ella, con tan mala suerte que justo al final puso la pierna para frenarse y se la fracturó en dos partes”, cuenta la amiga de la víctima. “No está señalizada la edad y creo que ahí está el fallo”, añade. De todas maneras, también reconoce que su hija pequeña “se tiró tres veces y no pasó nada”.
Como no había una ambulancia disponible en ese momento, una patrulla de la Policía Local trasladó la mujer de unos 30 años al centro de salud. Desde allí, una ambulancia la llevó hasta el Hospital San Pedro para operarla de urgencia. La familia tienen intención de denunciar los hechos por “falta de cartelería e información”.
“Los columpios han pasado la inspección sin ningún problema”
Desde el Ayuntamiento de Haro, el concejal de Obras, Ángel Conde, conoció ayer los hechos sucedidos y destacó que los nuevos columpios fueron un “éxito” cuando se estrenaron el domingo. “Yo mismo estuve con mis nietos y nadie dijo nada. Los columpios han pasado la inspección de la OCA (Organismo de Control) sin ningún problema”, destaca Conde.
Con todo, en el perfil del Ayuntamiento de Haro, en Facebook, hay comentarios en contra de la instalación, en parecido sentido a la queja publicada en HARO DIGITAL hace unas semanas, cuando comenzaron las obras. “Por favor, Ayuntamiento de Haro, llévese esa tirolina a Fuente del Moro que allí hay sitio de sobre y no hay ni un mísero columpio, y en su lugar ponga unos para todas las edades”, critica un vecino de Haro. “No tiene ni pies ni cabeza lo que han hecho. Antes podían jugar a la vez 20-25 niños de todas las edades simultáneamente sin problema. Ahora uno en la tirolina que ya esté crecidito (con casco, coderas y rodilleras por lo visto) y en la torre 7 u 8 hacinados unos encima de otros, y sin posibilidad de ayudarles si se asustan o les pasa algo cuando ya están a cierta altura. No entiendo nada”, dice otro. “El cuece-niños… Ya veréis en verano cómo se caliente al sol, que tiene toda la pinta”, añade otra vecina. “Ese tobogán, ¿cuál es? ¿El que quitaron de Estepona?”, bromea otro.