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Ismael Merino, director técnico del Haro Rioja Vóley, ha sido el encargado de ofrecer el discurso al recibir la Medalla de La Rioja en San Millán de la Cogolla, una “distinción tan importante”.
En su discurso, ha destacado el “honor” que representa esta condecoración y ha expresado su gratitud al Gobierno de La Rioja por concedérsela. Merino también ha reconocido que este galardón “es el resultado del esfuerzo de muchas personas a lo largo de los años”.
Desde el Haro Rioja Vóley, Merino ha aprovechado la ocasión para felicitar a María Vargas, merecida Riojana Ilustre y reconocida como la mejor enóloga del mundo, y “además, casualmente, jarrera”.
Para Merino, ser parte de esta lista de grandes personas e instituciones que han recibido este reconocimiento en años anteriores “llena de honor y felicidad a todo el club”. “Llevar el nombre de La Rioja en su nombre y en su corazón ha sido motivo de orgullo, y formar parte de esta distinguida lista refuerza su compromiso de representar a la comunidad de la mejor manera posible”, ha dicho.
Un busto en San Millán recuerda a Lorena Ojeda
Merino mencionó un lugar muy especial en San Millán, donde se encuentra el busto en memoria de Lorena Ojeda, la jugadora del Haro Rioja Vóley que falleció trágicamente en un accidente de tráfico en 2006. Merino recordó ese momento como “el peor en la historia del club, no solo por la pérdida de una jugadora talentosa, sino también por la pérdida de una persona excepcional y una gran amiga”. A pesar de la tristeza de aquel recuerdo, decidió enfocarse en lo positivo y resaltar el “impacto positivo” que Lorena tuvo en el club durante su tiempo juntos. “Su legado sigue vivo en el club y en la forma en que se esfuerzan por seguir sus enseñanzas”, destacó.
Asimismo, Merino quiso resaltar la importancia de disfrutar del camino hacia los objetivos del club y recordó los valores fundamentales que Lorena Ojeda les enseñó. En primer lugar, mencionó la “humildad” que caracterizaba a Lorena, a pesar de ser una jugadora destacada y haber alcanzado el nivel internacional. Merino recordó que, antes de comenzar la pretemporada, Lorena pidió un balón para entrenar y no defraudar al equipo, “lo que demostró la importancia de la humildad”.
“El valor del esfuerzo también fue resaltado por Lorena, que no solo era una jugadora talentosa sino que también tenía un expediente académico increíble. Su dedicación y disciplina en el entrenamiento y los estudios demostraron que el esfuerzo es fundamental para perseguir los sueños en la vida”, señaló Merino.
30 años de historia
Pero también mencionó otros valores transmitidos por Lorena, como “la superación, la ilusión, la amistad, el compañerismo y la solidaridad”. Merino destacó que, a lo largo de los 30 años de existencia del club, han contribuido a fortalecer el deporte en general y el voleibol en particular como “un camino hacia una vida sana, la unidad, el respeto y el esfuerzo”.
“Empezamos hace 30 años, practicando un deporte no mayoritario, en un lugar pequeño y en su mayor parte practicado por mujeres. Esperamos haber aportado nuestro humilde granito de arena”, destacó Merino, que también expresó el deseo de que La Rioja y Haro sean reconocidos “no sólo por ser tierras con excelentes productos, como el vino que produce María y muchas otras personas, sino también por tener las mejores personas”.
No se olvidó tampoco de lo que considera “lo más importante”, y es que “con el esfuerzo de muchas, el deporte femenino sea igual de valorado que el masculino. Hace 30 años, seguramente, no era así, pero todas las jugadoras que han pasado por el club han conseguido, con muchísimo trabajo, que se llenen polideportivos y estadios y que la sociedad valore todo lo que consiguen. Seguramente falta camino por recorrer para la igualdad total”, reconoció.
En los agradecimientos, Merino se acordó de las instituciones, empresas y la afición, por su apoyo incondicional. “Vosotros sois la gasolina que alimenta todo”. Pero también recordó a las canteranas, todas las jugadoras y entrenadores que han defendido la camiseta del club y a todos los colaboradores y miembros de la entidad que “han sacrificado mucho tiempo y dinero para hacer que todo funcione” y lo han hecho “aportando ilusión y humildad”.
