Muchos vecinos se preguntan estos días por qué no hay luces de Navidad en El Mazo. También los niños. “Muchos nos han preguntado en el bar por las luces”, asegura Luis Salazar, gerente del Bar Cafetería El Mazo. Desde hace algunos años, gracias a una iniciativa privada, los alrededores de la pista de patinaje se engalanaban para la época navideña, pero en esta ocasión no será así. Salazar, con la colaboración de diferentes empresas y particulares, eran los responsables de esta actividad que daba color y brillo a una de las zonas más frecuentadas de la localidad.
Pero ¿qué ha pasado este año? Ante la imposibilidad de guardar todos los adornos en un local, el colectivo impulsor de la iniciativa decidió las pasadas Navidades ceder todo al Ayuntamiento. “Fue un compromiso verbal, no se hizo ningún papel ni se firmó nada”, reconoce Luis Salazar. La donación se realizó a través del anterior concejal Leopoldo García de “manera verbal”. De hecho, fue la Brigada de Obras, al terminar el mes de enero, la que trasladó todos los adornos a los almacenes de El Silo.
Sin embargo, este pasado verano, a través de un requerimiento, el Ayuntamiento solicitó a Luis Salazar que retirara “varios enseres” de El Silo, al “no constar expediente tramitado ni acuerdo expreso de aceptación de los muebles objeto de la donación” y al “necesitar ese espacio”. Salazar alegó que no había ningún problema en realizar el documento de donación en ese momento, ya que habían decidido cederlo todo al Ayuntamiento de manera altruista con la única condición de que los adornos y luces de Navidad continuarán instalándose en El Mazo, en la zona próxima a la pista de patinaje, que era el lugar donde había nacido la iniciativa impulsada por una veintena de empresas y particulares.
Posturas encontradas
“Antes de llegarme el requerimiento, la alcaldesa me llamó para hablar conmigo. Le dije que se podía hacer ahora ese documento de donación, pero con el compromiso de que los adornos se siguieran poniendo en El Mazo. Entendíamos que no se podía poner en otra zona que no fuera ésta y que no iba a haber ningún problema, pero no lo aceptó, me dijo que lo podría poner en cualquier otro lugar de la ciudad”, asegura Salazar. Desde el Ayuntamiento, su alcaldesa Guadalupe Fernández, señala que el Consistorio “no puede aceptar una donación con condicionantes, como nos trasladaron los técnicos. Le dije a Luis que un año se podrían poner en El Mazo, pero que luego también se podían poner en otros puntos de la localidad. Es que entonces no sería una donación, estaríamos actuando como guardamuebles, y eso puede llevar a que de repente otro bar u otro establecimiento nos pida también guardar sus adornos en dependencias municipales y eso no puede ser así”.
Con todo, Fernández lamenta que esa zona de El Mazo se haya quedado sin iluminación navideña. “Me da mucha pena, el Ayuntamiento con sus medios ha adornado las zonas que ha podido adornar, pero no entiendo que le parezca mal a Luis que esos adornos pudieran ponerse en cualquier otro punto de la ciudad y le parece bien que acaben en Briñas”.
Como no se pudo llegar a ningún acuerdo, Salazar acabó retirando todos los adornos de El Silo. “Se han cargado un proyecto sin comerlo ni beberlo”, asegura otro de los colaboradores, que no entiende por qué el Consistorio no ha aceptado la donación. “Da pena porque se ha quedado esta zona muy triste, muy sosa. Para este año había preparado hasta un arco de entrada con luces. Es una pena que hayan dejado morir este proyecto que íbamos a seguir impulsando nosotros”, lamenta otro. “Quiero pensar que todo ha sido un malentendido y no que todo ha sido por un tema político porque ahora estoy en la oposición como concejal y antes no lo era”, señala Salazar, que lamenta que el Ayuntamiento no haya aceptado la donación. “Hay otras personas, asociaciones y empresas que guardan enseres en dependencias municipales y a nosotros no nos dejan meter ni un pino de manera totalmente altruista”.
Briñas recibe los adornos con los brazos abiertos
Desde que este colectivo puso en marcha la iniciativa hace algunos años se han invertido cerca de 7.000 euros y el objetivo era seguir haciendo crecer con sus medios este proyecto para adornar por Navidad la zona de El Mazo. Agotada la opción del Ayuntamiento de Haro, el grupo decidió en una reunión que los adornos no tenían por qué acabar en la chatarra y surgió entonces la oportunidad de donar todo a la localidad de Briñas, que se encargaría también de su guarda. Su alcaldesa, Silvia Bahíllo, recibió la donación con los brazos abiertos. “Yo estoy contenta y feliz. Me llamó Luis (Salazar) para decime que no se podían poner las luces en Haro y que habían pensado en donarlas a Briñas y ponerlas aquí, y yo por supuesto que encantada”, reconoce Bahíllo, que dice que no ha parado de recibir mensajes de gente del pueblo diciendo está encantada con la decoración. “Luis me ha dicho que si en años posteriores queremos ampliar la decoración que cuente con la colaboración de todos ellos”.
