En zonas de especial protección y denominación de este producto y sus derivados, cien por cien de origen español, como puede ser Jabugo se tienen que dar unas condiciones especiales y únicas.
Hablar de jamón ibérico o de jamón pata negra es hacerlo de unos de los platos estrellas de la gastronomía española. Siglos de historia, de artesanía gastronómica y un conocimiento muy profundo de todo el proceso, desde que nace el cerdo hasta que se pone en venta cada pieza, hacen que este manjar sea cada día más cotizado en las mesas de los mejores restaurantes del mundo.
Sin duda, la elaboración de un jamón empieza por una crianza del cerdo y por mantener una estirpe de estos animales en sus máximos estándares de calidad, tanto en la crianza, como en la alimentación, el ejercicio y las condiciones ambientales, físicas y de salubridad. Por todo ello, la excelencia se salda con un jamón de pata negra que todo buen paladar quiere catar y llevarse para el álbum de sus recuerdos gastronómicos.
Pero, sin duda, existen una serie de pautas que ayudan a los clientes a diferenciar un buen jamón ibérico de pata negra o, en su caso, a un jamón de bellota de la Denominación de Origen de Jabugo. Aunque hay verdaderos expertos catadores, también a simple vista y sin ser doctos en la materia, es posible determinar si se está adquiriendo un jamón que merece la pena y si el precio que se está pagando por él es el que verdaderamente merece la pieza.
Todos estos motivos han hecho que a lo largo de este artículo se vayan a detallar algunas pautas, un decálogo, de razones que llevan a una persona a escoger el mejor jamón para deleitar a su familia y amigos en una cena especial o en un evento en el que haya que celebrar la vida de alguna forma.
Las 10 razones para comprar el mejor jamón de Jabugo
Como es evidente, cualquiera que quiera comprar paletas ibéricas de bellota, un jamón pata negra o uno ibérico de bellota, cien por cien, ha de tener en cuenta algunos aspectos que se relatan a continuación. Sirva pues, este artículo para ayudar a los amantes del jamón a conseguir la mejor pieza del mercado.
- Elige un buena marca
En este sentido, se propone que firmas como la de Jamones Alba Romero son una garantía de calidad asegurada. Su amplia gama de productos, su fabricación artesanal, bajo los más estrictos controles sanitarios y veterinarios y, sobre todo, la excelsa calidad de sus jamones de pata negra y de bellota hacen que decantarse por piezas de esta casa de fabricación, bajo la Denominación de Origen de Jabugo, se convierta en un absoluto acierto.
- La forma del jamón es muy importante
Hay que recordar que en los jamones de bellota y en los ibéricos 100% prima, sobre todo, lo largo a lo ancho. Por eso, las paletas más estilizadas, con la caña más larga, así como las que presenten una forma más escurrida será síntoma de su exquisitez.
- El dedo será un gran aliado
Así es, es una prueba muy común, fácil pero que determinará si un jamón es de bellota o no lo es. Para eso, es preciso que con un dedo lo pase por la parte grasa del jamón o paleta, si se hunde y tarda en venirse a su forma habitual, estás ante un buen jamón de bellota.
- No tienen un peso excesivo
Por regla general, los buenos jamones no pesan más de los 7-8 kilogramos, más o menos se mantienen en esos estándares de peso. Así que, es otra forma más de averiguar si de verdad está ante un pieza de bellota o no.
- El etiquetado debe ser muy claro
Denominaciones de Origen como Jabugo, marcas como Alba Romero y evidentemente su etiquetado deben dar toda la información al cliente sobre qué pieza está catando, ofrecer todos los símbolos de garantía y tener, además, un ventaja como cliente en caso de que la pieza no cumpla la expectativa.
- Un corte en V en la piel y manchas “feas” en el interior
No se preocupe por nada, es así. Ambos son síntomas de calidad y determinan la exquisitez que se está comprando. Por eso, cuando se consuma hay que tapar, siempre, con un trapo ligeramente untado en AOVE para mantener la hidratación óptima. El propio proceso de la alimentación hace que se generen ese tipo de manchas es algo muy normal.
- El jamón ibérico de bellota tiene un precio
El jamón ibérico de bellota se paga. ¿Qué quiere decir eso? Pues que no se fie de gangas, de precios irrisorios. Es evidente que el precio está asociado al gasto de la cría y la elaboración, pero, a cambio, se recibe un manjar espléndido para el paladar y todos los sentidos.
- Las etiquetas de plástico
Los mataderos tienen la obligación de etiquetar a los jamones con una serie de colores que, hasta que no llegue al consumidor último no se permite su retirada. En ese sentido, puede comprar, según el color de esa distinción de qué jamón se trata. Aquí será el precinto negro el que indique la máxima calidad.
- Comprar directamente en el productor
Es otra forma de garantizar la calidad. En ese sentido, los jamones de Alba Romero permiten ser adquiridos a través de su tienda online. Eso garantiza, por una parte, que la marca se haga valedora de su productos y el consumidor tenga la garantía de recibir el producto con la calidad exigida.
Por último, como consejo número 10 se invita a todo aquella persona que se quiera hacer con un buen jamón ibérico de bellota que si puede hacer una escapada de fin de semana a la sierra de Huelva, que compruebe, in situ, el entorno donde se crían los cerdos y donde se elaboran los mejores jamones lo haga. Desde luego. la experiencia será única y se disipará cualquier duda de que lo que se está comprando cumplirá, sí o sí, su fin, el disfrute del paladar al máximo nivel.
