Más allá de Iraza y la zona del Molinacho, en dirección Oeste, encontramos el territorio de Arrauri, que como el resto de los términos ribereños está encajonado por el Oja-Tirón y el cauce hoy denominado con el mismo nombre, Arrauri, que en el siglo XIX era considerado municipal, siendo cedido por cien años, tras una pequeña modificación de su curso y crearse los túneles que atraviesa, a los productores de energía eléctrica a comienzos del XX. Pudiéndose constatar que el término de la Presa es el único que se extiende por ambas riberas.
Arrauri fue un antiguo lugar o poblado de la Villa con iglesia, según Hergueta, con advocación a San Llorente, cuyos habitantes, con el tiempo, pasarían a engrosar la población de Haro. Para su etimología, de origen euskaldún, Hergueta dice que significa pueblo de gusanos, coincidiendo con Guillermo Rittwage, proviniendo la traducción de las palabras (H)arra = gusano y (H)uri = villa, pese a que hoy en día se pone en duda esta traducción. Otro investigador Eduardo Aznar Martínez, le da el significado de villa del barranco proveniente de Arro = Cuenca, barranco.
Sin embargo el investigador Fernando de la Fuente indica que Arro = Cuenca del río, según el diccionario de euskera Histeguia (2000), que asimismo, denomina Sakana o Menditarte a Barranco y Uharre a su sinónimo Torrentera. Añadiendo, que indagando etimologías semejantes, como Larrauri, y tras consultas a personas de edad cuya lengua vernácula es, y siguen pensando, en euskera, se inclina por Villa o Lugar de pastos proveniente de Larra/Larre = pastizal y Uri = villa o lugar, existiendo en Munguía un término de nombre Larrauri que así es considerado.
Aunque también incide en que podría significar villa o lugar de machos, Arra = macho (de ganado) y Uri = Villa o lugar, conjeturando que existe una relación entre ambas, al ser Arrauri una tierra de regadío con magníficos pastizales donde bien podía llevarse a gran parte de los animales de la zona a pastar. Reconociendo, asimismo, que no es la primera vez que un topónimo o algún apellido pierden un signo, haciendo difícil su traducción, en este caso, muy posiblemente, la L. Contando con la colaboración de expertos traductores por si en algún momento hubiera que modificar su significado.
Su existencia sería detectada en un documento de 1104 (Becerro Galicano Digital doc. 479, donde se realiza una donación por parte de Muño Núñez, de propiedades en Cuzcurrita al Monasterio de San Millán, siendo uno de los testigos Munio Lopez natural de Arhaihuri (Arrauri).

Este territorio es cruzado por un camino y varias sendas, denominados homónimamente con el nombre del término que, como curiosidad, carecen de salida. Asimismo, el cauce que marca la linde del término, ha recibido varios nombres, conociéndose en la antigüedad como de los Montoyas, del Molinacho de la Marquesa de Bendaña, el Molinar y hoy en día como de Arrauri, que en la actualidad únicamente es utilizado para regadío.
Fernando de la Fuente, también nos describe en el libro de fiestas de junio de 2017, una curiosa celebración, que era el agote del cauce, ya que en mayo, se procedía al cierre del canal por la noche, procediendo a la pesca con rejones de los peces que se quedaban atrapados en el lecho durante la madrugada. Lo realizaban tres personas, con otras dos que vigilaban para que nadie adelantara a los pescadores “oficiales”, quedando los pescadores “oficiosos” tras la vigilancia, “arramblando” con los restos de la pesca, a lo sumo algunas loinas y cangrejos. Proceso supervisado por el Regidor Síndico, que a las 09:30 horas autorizaba la degustación de un almuerzo que solía consistir en sopa de ajo con cangrejos y bacalao con tomate, añadiendo parte de la pesca realizada y no faltando las imprescindibles botas de buen vino. La jornada, con carácter semifestivo, concluía al anochecer, cuando se regresaba a la ciudad.

Este término es muy importante dentro de la producción agrícola de regadío de la Villa de Haro. La construcción de cauces, presas, regaderas y molinos se congregaban, en gran medida, en esta zona.
El factor principal era el río Oja-Tirón, cuya agua era reconducida por medio de presas y canales a las diversas acequias que surtían a las diferentes propiedades donde era almacenada para su posterior uso. Esto se venía realizando probablemente desde la décima centuria, pero es a partir del siglo XV cuando se tiene constancia de una sistematización del regadío, con la supervisión del Concejo, para el reparto equitativo del líquido elemento.


También era muy importante la actividad de varios molinos en estos pagos, que daban pingües beneficios. Aparte de los trabajos realizados en el molino, este trabajo conllevaría a otras actividades complementarias como la pesca o producción de miel, teniendo constancia de varios de ellos, como el del vicario Fernando Ruíz de San Vicente, en el cual se realizarían varias reparaciones documentadas a lo largo del siglo XVII.
Los de la Familia Ollauri, a los que pertenecían la presa, el cauce molinar y molinos en Arrauri, o los ya comentados de la Marquesa de Bendaña que poseía dos molinos, uno denominado “el Grande” ubicado entre Carravillalba, Arrauri y Cantarranas que contaba con huerta y pesqueras, y el del “Medio”, a continuación del anterior. Molinos que rentaban a 22 de julio de 1804, 23 fanegas de trigo.
Aparte de lo ya descrito, en la zona de Arrauri y Cantarranas existieron, asimismo, varias fábricas de diversas actividades, que se sirvieron de los recursos fluviales, desde tenerías a la producción de energía eléctrica.
