España se prepara para enfrentar una intensa ola de calor en los próximos días, según ha advertido la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Un anticiclón africano traerá consigo temperaturas extremadamente altas, superando los 40ºC en muchas regiones y alcanzando incluso los 44ºC en algunas zonas.
Las zonas más afectadas serán el sur y sureste peninsular, así como el cuadrante noreste. Se esperan temperaturas superiores a los 38ºC en amplias zonas de estas regiones, con picos de hasta 42-44ºC en los valles del Guadalquivir, Guadiana, Tajo y Ebro. La meseta Norte e interior de Mallorca también experimentarán un notable aumento de las temperaturas.
El viernes 19 de julio se espera que sea el día más caluroso, con temperaturas extremas en la mayor parte de las zonas afectadas. Ese día se espera que en Haro los termómetros puedan llegar hasta los 38 grados, aunque la AEMET ya ha emitido un aviso amarillo por altas temperaturas en la ribera del Ebro para el jueves 18 de julio.
Además de las altas temperaturas, se espera la presencia de calima en gran parte de la mitad sur y este peninsular, debido a la llegada de polvo en suspensión desde el norte de África.
La masa de aire sahariano también afectará a Canarias, con un aumento significativo de las temperaturas, especialmente en medianías y cumbres de las vertientes sur.
¿Cuánto durará esta ola de calor?
Aunque se espera un descenso de las temperaturas a partir del sábado 20 de julio en la vertiente atlántica, las temperaturas seguirán siendo muy altas en el tercio este peninsular. La incertidumbre aumenta a partir del lunes 22 de julio, pero se prevé un nuevo ascenso de las temperaturas que podría prolongarse hasta mediados de semana.
Ante esta situación, las autoridades sanitarias recomiendan a la población extremar las precauciones y seguir las siguientes recomendaciones:
Beber abundante agua: Mantenerse hidratado es fundamental para evitar la deshidratación.
Evitar las horas centrales del día: Salir a la calle en las horas más calurosas del día y buscar lugares frescos y ventilados.
Protegerse del sol: Utilizar protección solar, sombrero y gafas de sol.
Vestir ropa ligera y de algodón: Evitar la ropa oscura y ajustada.
Vigilar a las personas mayores, niños y enfermos: Estos grupos son más vulnerables a los efectos del calor.