Una vecina de Haro ha denunciado ante la Guardia civil la muerte de su gato tras recibir un disparo de perdigones dentro de una finca vallada de su propiedad. El pasado domingo, alrededor de las 21:00 horas, cuando la familia acudió a la parcela, halló al animal sin vida.
Según relatan los denunciantes, el gato tenía “la cabeza destrozada” y fue trasladado de inmediato a un centro veterinario, donde se confirmó que había muerto a consecuencia de un disparo. El informe de la veterinaria concluye que el animal tenía más de 30 perdigones en la cabeza, visibles en la radiografía realizada tras la necropsia, lo que indica que el tiro fue efectuado a muy corta distancia.
En la denuncia se adjuntaron tanto la cartilla sanitaria del animal, que contaba con todas las vacunaciones en regla y el chip de identificación, como el certificado veterinario que certifica la causa de la muerte.
Los propietarios lamentan que se trata de un acto deliberado: “Se ve claramente que ha sido de forma intencionada, matar por el puro placer de matar, en ningún caso ha sido fortuito”. Y añaden que, además de la tristeza, quieren evitar que algo parecido vuelva a ocurrir: “Queremos difundir esta noticia para que nadie tenga que pasar por la pena de perder a su mascota de una forma tan trágica, que se les quiere con locura”.
La familia asegura que confía en que las autoridades puedan esclarecer los hechos: “Vamos a confiar en la justicia y que se detenga al responsable de este acto atroz”.
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