“Beberse el paisaje, revalorizar el entorno, disfrutar entre amigos y vivir la vida como hemos decidido vivirla”. El manifiesto de ‘Martes of Wine’ lo dice todo. Basándose en esas catas que este grupo de amigos bodegueros celebran cada martes, el antiguo matadero de San Vicente de la Sonsierra acogió este sábado un evento en el que trasladaron a unas 60 personas todo lo que allí sucede para compartirlo de manera distendida y cercana.
Hasta la localidad riojalteña llegaron visitantes desde el País Vasco, Soria, Valencia, Alicante, Madrid y Sevilla, entre otros lugares, con ganas de probar los vinos de este grupo de amigos y conocer de primera mano sus inquietudes y la pasión que sienten por la viticultura y el entorno.
El deseo del grupo es que no se quede en esto y el evento pueda prolongarse en el tiempo e incluso ampliarse. “Esto ha sido una primera toma de contacto, queríamos comprobar la respuesta de la gente”, decía Enrique Eguíluz, de Cupani. “Estamos muy contentos por compartir con más gente lo que hacemos nosotros todos los martes, y la respuesta del público ha sido fenomenal. Se agotaron las entradas muy rápido, sin apenas contar nada de cómo iba ser el evento”, explicaba Ricardo Fernández, de Abeica.
Amistad, vino y pasión por la viticultura
Un evento que arrancó puntual, de la mano de Iván Sánchez, sumiller en Venta Moncalvillo, y miembro también de este grupo de amigos productores, que se encargó de presentar el encuentro. “Yo soy el único que no puede enseñarles mi bodega porque no tengo”, bromeó, antes de ir presentando uno a uno a los organizadores del evento. “Como les digo yo, todos son raros”, volvió a bromear, antes de hacer un alegato en favor del entorno y del amor que sienten por su trabajo los productores con los que se junta cada martes. Amigos que comparten botellas de vino, recuerdos y consejos, catan cosas nuevas y que “se ayudan, se apoyan, se nutren y aprenden los unos de los otros”. “Algunos de ellos tienen viñedos pegados, a escasos cien metros, y si les falta algo, una herramienta o lo que sea, ahí van a estar los demás para echar una mano. Y después lo curioso es que aunque los viñedos estén tan cerca y en el mismo paraje incluso, los vinos de uno y de otro son completamente distintos”, destacó Sánchez, que explicó al público el funcionamiento del evento en el que primaron el buen rollo y el intercambio de impresiones.
Cada productor ofreció dos vinos y una muestra-novedad. Todo acompañado de picoteo y jamón cortado a cuchillo. Abeica ofreció El Bardallo 2021, Carronillo 2020 y una muestra de Garnacha 2022; Álvaro Loza dio a catar Haro-Labastida 2019, San Vicente 2019 y como novedad, Cien Reales 2022; Carlos Sánchez ofreció Buradón Blanco 2021, La Bendecida Bio 2020 y como muestra Cuvée Radales 2022; Cupani mostró Rielo 2018, Garnacha 2021 y como muestra Cupani 2022; Miguel Merino ofreció el Blanco 2021, La Loma 2020 y una muestra de La Quinta Cruz 2022 y, por último, Vignerons de la Sonsierra dio a catar Camino de Ribas 2021; José Gil: El Bardallo 2021 y el blanco 2021 como novedad.
Durante más de tres horas, el público tuvo la oportunidad de probar todos estos vinos y compartir con los productores sus impresiones y también preguntar curiosidades y conocer de primera mano cómo había sido su elaboración.
Además, ‘Martes of Wine’ propuso un juego: adivinar un vino en una cata a ciegas. Al menos, la variedad, el lugar de donde provenía o su modo de elaboración. El premio, una colección de vinos, que recayó en una de las visitantes, que fue la que más se acercó al ‘vino justo’. “La verdad es que muchos habéis estado cerca, hemos visto que hay nivel”, decía Vicky Fernández, pareja de José Gil. Junto a Miguel Merino y Erika, descubrieron el vino secreto: Eraso 2020, un vino blanco con pieles que nace de algunas de las viñas más viejas del productor Josean Eraso.
El fin de fiesta se celebró como no podía ser de otra manera, con una comida de hermandad a base de paella, albóndigas, picoteo y postres. Todo regado con vino de los protagonistas, además de algunas botellas de otras denominaciones, por aquello de trasladar al público el espíritu con el que nacieron los ‘Martes of Wine’.