El ambicioso proyecto de trazabilidad puesto en marcha por el Grupo La Rioja Alta, SA desde finales del pasado año en su bodega de Labastida, en Álava, sigue recogiendo premios. Tras recibir el galardón de los ‘Quality Innovation Award’ en la categoría Innovación en empresa (pymes) hace unos meses, ahora la bodega con sede en Haro, ha recogido un nuevo premio en Madrid.
Por tercer año consecutivo, el sector del vino se reunió en CaixaForum Madrid para celebrar la apuesta de este sector por la I+D+i en la gala de entrega de los Premios de Innovación que otorga la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV).
Se trata del mayor reconocimiento que la PTV hace a las iniciativas de I+D+i de sus asociados, por medio de cinco premios concedidos en cuatro categorías: Premio Joven Investigador, Proyecto de I+D+i Individual y Consorciado, Gestión de la I+D+i y Premio Honorífico.
Revolucionario sistema para monitorizar cada botella
Así, La Rioja Alta SA recibió el Premio en la cagegoría Proyecto de I+D+i Individual por su proyecto ‘innovador sistema de control de calidad mediante visión artificial, trazabilidad y seguridad alimentaria’, galardón que recogió su presidente, Guillermo de Aranzábal.

Este revolucionario sistema, desarrollado e implantado por la bodega en Labastida, utiliza la visión artificial para monitorizar individualmente cada botella desde su etiquetado hasta que es servida a cada cliente, distribuidor o importador, optimizando así el servicio al cliente en todo el mundo gracias al control absoluto del producto terminado, la rápida detección y solución de posibles problemas de calidad, la identificación de posibles fraudes o, a nivel interno, la reorganización y optimización de los complejos procesos del movimiento de los vinos.
Para ello, la bodega jarrera ha instalado un sistema de visión artificial 360° que, mediante cinco cámaras, fotografía completamente cada botella y escanea los códigos alfanuméricos de la precinta oficial otorgada por el Consejo Regulador. Toda esa información es marcada posteriormente en la botella mediante un código Datamatrix con tinta ultravioleta cuya lectura se realiza de manera automática, rápida y segura y que además, queda registrada simultáneamente en el sistema informático de la bodega, integrándose por completo.
