“Veníamos de una situación epidemiológica buena, pero este fin de semana ha cambiado, aunque no de manera brusca”, ha señalado Enrique Ramalle, director general de Salud Pública, Consumo y Cuidados del Gobierno riojano. “Hay 24 casos confirmados y dos de ellos no son de esta comunidad autónoma”.
Se trata de un brote en tres personas que, según Ramalle, “ha costado relacionarlo”. “En su mayoría se trata de casos asintomáticos entre personas más jóvenes”, entre los 20 y los 40 años. El brote fue detectado en el Hospital San Pedro tras una PCR a un paciente que dio negativa en principio y que tuvo contacto con dos sanitarios que lo atendieron. Esto ha provocado que “no más de 4-5 trabajadores sanitarios” se encuentren en cuarentena.
Un centenar de personas asintomáticas en cuarentena
El brote ha provocado que en estos momentos haya en la comunidad autónoma más de un centenar de personas asintomáticas (que no presentan síntomas) en cuarentena en sus domicilios.
Para Ramalle es “una buena noticia” que se detecten casos asintomáticos ya que quiere decir que “el sistema de detección precoz está funcionando” y ha agradecido la labor de los profesionales que realizan los rastreos. Según ha detallado el director general de Salud Pública, Consumo y Cuidados, hay dos personas ingresadas en el hospital de Calahorra y otra persona en el Hospital San Pedro. No hay pacientes en la UCI, ha destacado.
En cuanto a la obligatoriedad del uso de la mascarilla en La Rioja, Ramalle ha señalado que no es una decisión de este fin de semana y que ya se estaba barajando desde la semana pasada. “El uso obligatorio de la mascarilla no exhime de que se deban mantener las demás recomendaciones, es una medida complementaria a las demás”, ha recordado.
Ramalle también ha señalado que el uso obligatorio de la mascarilla se debe a la detección de un conjunto de casos. “No se trata de algo alarmante, pero sí es un incremento”, ha señalado y ha destacado que aunque no se hubieran detectado estos casos la medida también se iba a anunciar.
Imponer el uso obligatorio de la mascarilla es una medida que se toma también para evitar los contagios a través de portadores asintomáticos y, aunque la OMS aún tiene que confirmarlo, para reducir el posible contagio a través de aerosoles que podrían permanecer en el ambiente por más tiempo del que suponíamos en un principio.
Además, Ramalle ha destacado que llevar la mascarilla sirve para recordar que el virus sigue entre nosotros. “La epidemia se frenó porque nos quedamos en casa. Ahora hay muchísima más movilidad, el virus va con las personas y las medidas de protección tienen que ir con las personas”, ha indicado Ramalle, que ha destacado que desde que la pandemia se frenó aún se estaban haciendo unas 200 PCR al día para seguir detectando casos.
