“La situación que vivimos es extrema”. Así ha anunciado el presidente Pedro Sánchez el nuevo estado de alarma que ha decretado el Consejo de Ministros en España, y que entra en vigor esta misma tarde. Con él se impondrá un toque de queda obligatorio que el Gobierno quiere alargar hasta el mes de mayo.
Para Sánchez, el estado de alarma es la herramienta “más eficaz” para luchar contra la pandemia. Ha señalado que las razones para decretarlo de nuevo “están plenamente justificadas” con el país en plena segunda ola de la pandemia.
Sin confinamiento domiciliario
Con este nuevo estado de alarma, el Gobierno de España da a las comunidades autónomas cobertura legal para imponer nuevas restricciones de movilidad como son el toque de queda para controlar el ocio nocturno, “el foco de contagio que más preocupa” a las autoridades.
Otra posibilidad que da es que las comunidades autónomas tendrán potestad para cerrar sus frontesras si así lo creen oportuno, además de garantizar jurídicamente que se puedan prohibir las reuniones sociales a seis personas.

Eso sí. El presidente Sánchez, aunque la primera intención sea la de alargar este estado de alarma durante seis meses, ha avanzado que no se trata de un plazo “inamovible”. Se levantará “en cuanto la situación mejore”. “Si la situación de la pandemia lo permite, el Gobierno de España levantará el Estado de Alarma sin demora. Ni un día más, ni un día menos”, ha añadido.
Las comunidades decidirán sobre la movilidad territorial y confinamientos perimetrales
Este nuevo decreto de estado de alarma impone el toque de queda obligatorio, en principio de 23:00 a 06:00 horas de la mañana, pero cada región podrá elegir el horario exacto, que puede ser de 22:00 o 00:00 y hasta las 05:00 o 07:00 horas, por ejemplo. Tendrá sus excepciones también: laborales o para comprar medicamentes.

La única región que queda fuera de esta restricción es Canarias porque la situación epidemiológica “es buena”, como ha indicado Sánchez, que ha señalado también que el objetivo es situar a España por debajo de los 25 casos por cada 100.000 habitantes, cuando ahora mismo la media se eleva a 361 casos por cada 100.000 habitantes.
Aunque este nuevo estado de alarma no impone el confinamiento domiciliario, Sánchez sí que ha recomendado que los ciudadanos estén en casa el mayor tiempo posible para parar la curva de contagios.