El presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, ha propuesto a la “amplia y diversa comunidad riojana, reafirmar y actualizar nuestro pacto con esta tierra” forjado en torno a un esfuerzo colectivo, “el motor que todo lo mueve, nutre y vivifica, y que cuando es compartido se convierte en progreso. El progreso no es obra de unos pocos, es fruto de una comunidad entera”.
Capellán ha realizado estas afirmaciones este domingo, festividad de San Mateo, durante su intervención en el acto institucional del Pisado de la uva y ofrenda del primer mosto a la Virgen de Valvanera, patrona de la Comunidad, “un acto con un profundo valor simbólico y la expresión de los que somos como Comunidad, el espejo en el que se miran nuestras raíces y una forma de expresar el horizonte en el que se proyectan nuestros sueños”.
El jefe del Ejecutivo autonómico ha iniciado su intervención recordando que el 21 de septiembre, además del Día Internacional del Alzheimer que ha dado pie a un sentido recuerdo para quienes padecen cualquier enfermedad, es el día de la Paz. “Paz con mayúsculas y que actualmente es una necesidad y un propósito vital irrenunciable”. Así, en nombre de todos los riojanos, Gonzalo Capellán ha trasladado su “más enérgica condena ante los conflictos y guerras, el horror y la muerte”, y ha realizado un “llamamiento a la cordura y a la mediación de todos los poderes con capacidad de intervención para ponerles fin”.
En torno a esta cita, que un año más se ha celebrado en el IES Sagasta de Logroño debido a las condiciones meteorológicas, Capellán ha apuntado que “en estos tiempos de crispación, en los que todo se lleva al conflicto y la disensión, un punto de unión es más necesario que nunca”. En este sentido, recordando una célebre intervención de Sagasta, ilustre torrecillano del que este año se conmemoran los 200 años de su nacimiento, ha reivindicado que “la fuerza de un pueblo se mide no solo por lo que es capaz de cambiar, sino sobre todo por lo que es capaz de construir en común y los riojanos podemos ser ejemplo de ello para otras regiones”. No en vano, como ha ejemplificado, en el tinanco caen racimos de todas partes, grandes y pequeños, tempranos y tardíos, de variedades diferentes para una vez dentro “fundirse y dar lugar a algo nuevo, más rico y poderoso”.
El equilibrio de la mezcla, la armonía de cosas distintas
La convivencia, como factor multiplicador, y la diversidad, como valor añadido que completa y enriquece, han sido dos de los hilos argumentales sobre los que el jefe del Ejecutivo ha construido un relato en el que, como el vino, “el equilibrio se alcanza en la mezcla, en la armonía de cosas distintas”. “Nuestra tierra ha sabido ser fiel a sus raíces y, al mismo tiempo, abierta al cambio. La Rioja de hoy no se entiende solo desde la tradición, es moderna, dinámica, innovadora. Lo antiguo y lo nuevo se dan la mano”.
A lo largo de un discurso en el que también ha tenido su merecido protagonismo los riojanos que residen en fuera de las fronteras de la Comunidad o escritores como Pablo Neruda o Ana María Matute, Capellán ha elogiado las virtudes de una región, que “sabe cuidar la tierra y al mismo tiempo alimentar la imaginación con la visión de un mundo mejor; sabe cultivar viñas y al mismo tiempo cultivar los sueños”.
“Vivir no es solo trabajar y producir, también soñar, recordar e imaginar”, ha enfatizado el presidente del Gobierno regional, que se ha comprometido a seguir escudriñando el horizonte en busca de las mejores oportunidades para esta Comunidad Autónoma, “respetando la palabra dada y velando por sus intereses”.
En uno de los momentos más aplaudidos de su intervención, Gonzalo Capellán ha querido tener un especial recuerdo para “todos los hombres y mujeres del campo que se han enfrentado a las adversidades climatológicas de este 2025, así como a los cuerpos de bomberos, agentes forestales, protección civil y voluntarios que han dado en todo momento un paso al frente, profesional, comprometido y eficaz para prestar su ayuda en los momentos que así lo requerían”.
En la última parte de la intervención, el presidente ha enumerado alguno de los retos que afronta esta región en el corto plazo: cambio climático, globalización, digitalización o despoblación rural que, en paralelo, abren la puerta a oportunidades. Entre ellas ha resaltado el turismo sostenible, la calidad de nuestros productos y la internacionalización creciente de nuestras empresas, la I+D+i como motor de progreso, el carácter estratégico del sector tecnológico, la cultura como activo socioeconómico… En este abanico de desafíos, Gonzalo Capellán no se ha olvidado de las infraestructuras de comunicación que, ha lamentado, “imposibilitan nuestro pleno desarrollo, obstaculizan nuestra movilidad y constituyen una deuda, ya sangrante, con esta tierra”. Su mejora, ha subrayado, “es una reivindicación justa, necesaria, urgente por la que seguiremos luchando”.
“Si sabemos trabajar unidos, si hacemos de nuestro día a día una meticulosa vendimia podremos afrontar con confianza estos desafíos y seguir avanzando”, ha resaltado.
Motivos para quedarse y proyectos ilusionantes por vivir
Capellán ha finalizado compartiendo una declaración de principios en forma de deseo: “Que el mosto que hoy ofrecemos sea símbolo de unión, de solidaridad y de esperanza. Que cada riojano encuentre en su tierra un motivo para quedarse y un ilusionante proyecto para vivir. Que nuestras viñas sigan produciendo caldos de excelencia, que nuestras industrias se fortalezcan, que nuestras aulas formen ciudadanos libres e iguales, que nuestras artes sigan brillando, que nuestros pueblos mantengan su valiosa vida. Y que quienes nos visiten se lleven grabada en la memoria la huella de una tierra hospitalaria, noble y luminosa”.