La Guardia Civil ha detenido en Haro a uno de los dos atracadores de un banco de Pradejón que permanecía huido desde hace un año para dar así por finalizada la denominada ‘Operación Fungi’. Se trata de un español de 57 años, al que se le considera el presunto autor de un delito de robo con violencia e intimidación.
El otro implicado en el atraco de la sucursal riojana, de 59 años, se quitó la vida durante el asalto en octubre de 2017 a otra entidad bancaria en la localidad asturiana de Cangas de Onís, donde resultó herido un agente de la Guardia Civil.
Según ha comunicado la Guardia Civil en una nota, el pasado 23 de marzo de 2017, dos varones, que iban disfrazados con pelucas y bigotes postizos para evitar su identificación, accedieron armados con una escopeta y un revolver a sucursal bancaria de Pradejón. Mientras permanecieron en el interior, amenazaron y encañonaron a una empleada y a varios clientes para hacerse con un botín de 113.675 euros. Después huyeron en un vehículo.
Las pruebas e informaciones recogidas en el lugar del atraco fueron estudiadas a lo largo de varios meses. A lo largo de la investigación se cotejaron perfiles y datos de 47 personas y 25 vehículos de similares características al utilizado en la huida por los atracadores, que fueron finalmente identificados. “Dos varones con extenso historial delictivo por delitos contra el patrimonio, que no dudan en emplear la violencia y el uso de armas de fuego, para salir airosos en los asaltos a entidades bancarias que cometen por diferentes puntos del territorio nacional”, según afirma la Guardia Civil.
Atraco a una sucursal en Cangas de Onís
El pasado 31 de octubre de 2017 agentes riojanos constataron que uno de los atracadores de la sucursal de Pradejón se había suicidado tras protagonizar otro atraco con violencia y toma de rehenes en una sucursal bancaria de Cangas de Onís, en el que otro guardia civil resultó herido por arma de fuego.
Durante once meses los agentes han seguido el rastro que dejaba el segundo atracador por diferentes municipios de Madrid, Navarra y Burgos. Finalmente fue detenido la semana pasada en Haro por sorpresa para evitar cualquier tipo de acción violenta por parte del atracador, según destaca la Guardia Civil en un comunicado.
Una vez trasladado a dependencias oficiales del Equipo de Delitos Contra el Patrimonio, se procedió a su toma de declaración y puesta a disposición del Juzgado de Instrucción número dos de Logroño, que decretó su ingreso en prisión.
