Muchos son servicios que tenemos a mano hoy, ¿quién no tiene hoy un smartphone, una de esas pulseras de las que cuentan los pasos, las calorías y las pulsaciones, etcétera o un ordenador con webcam conectada a internet? Los avances en inteligencia artificial van a cambiar la medicina en muy pocos años. La ayuda de la IA a la hora de diagnosticar y detectar enfermedades permitirá reducir el gasto en salud, ahorrar tiempo en largas esperas de los resultados de unos análisis, tener un mayor acierto en los diagnósticos en algunos casos, así como prevenir futuras enfermedades. Poco a poco la medicina cambiará a una medicina menos generalista, una medicina más personalizada.
Aplicaciones con IA en la medicina
Son tantos los avances que se están realizando en este campo que casi cada día nos enteramos de nuevas aplicaciones de la Inteligencia Artificial en la medicina. Por ejemplo, una herramienta creada por investigadores de Harvard y Vermont, permite identificar la depresión analizando las fotos publicadas en Instagram. Según estas universidades, los resultados han sido mejores que la tasa media de diagnósticos con acierto realizados por médicos convencionales.
Imágenes de la aplicación ‘Cardiogram’


Apple, sin ir más lejos, lleva 5 años desarrollando unos sensores capaces de monitorear el nivel de glucosa sin realizar los actuales pinchazos en la piel, para incluirlos en sus futuros ‘Apple Watch’.
Google no se queda atrás. Una de sus empresas filiales, DeepMind, ha desarrollado una inteligencia artificial capaz de diagnosticar enfermedades oculares con gran precisión, usando algoritmos entrenados a partir de exploraciones de retina.
Otro avance lo han realizado en la Universidad de Bari, cuyos investigadores han desarrollado un algoritmo de IA capaz de detectar los mas nimios cambios en la estructura del cerebro causados por el Alzheimer hasta una década antes que estos cambios den lugar a los primeros síntomas. Para ello han ‘alimentado’ su IA con datos de pacientes con Alzheimer y pacientes sanos. La IA logró diagnosticar Alzheimer hasta en un 86%.
Hoy ya se usan aplicaciones que han demostrado su utilidad, tales como ‘Cardiogram’, que usa el sensor del Apple Watch para medir la frecuencia cardíaca y detecta cuando el ritmo cardíaco no es normal, avisando a la persona.
Otra aplicación es ‘Watson’. Esta aplicación se creó con el objetivo de estar al día en los estudios sobre el cáncer, ya que un oncólogo tendría que leer casi 450 artículos científicos al día para estar al día de los avances. En su fase de testeo, se usaron mil casos reales ya evaluados y en casi todos ellos (un 99%), Watson recomendó el mismo tratamiento propuesto por médicos humanos. Pero lo más interesante es que en un 30% de los casos, Watson encontró tratamientos que los humanos habían pasado por alto.
El avance del ‘Machine Learning’ y de las redes neuronales crece exponencialmente. Aún queda para que una inteligencia artificial adquiera consciencia de sí misma y sea un ser inteligente con conciencia propia, pero antes los usos que podemos dar a estos avances es enorme. El mundo de nuestros hijos será totalmente diferente del que nosotros conocemos.