En las últimas fechas se ha observado que los elementos decorativos de la torre exenta de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada han sufrido “graves deterioros”, fruto de la erosión de la piedra arenisca. Esto ha provocado que se haya valorado desde el Ayuntamiento su estado ante la “reiterada” caída de fragmentos a la calle.
Esta semana, en rueda de prensa, el alcalde Javier Ruiz, junto al abad Francisco Suárez, daba a conocer la situación real de la torre y la intervención que se iba a proceder a realizar.
Aunque la torre ya fue intervenida “muy positivamente” hace unos 15 años con un trabajo “impecable”, como destaca el alcalde, en los últimos meses y debido a diferentes factores, como el mal de piedra, la erosión, la piedra labrada ‘a favor de veta’ o la exposición a cambios fuertes de temperatura, los elementos decorativos han terminado por sufrir “un deterioro muy fuerte”, con pérdidas “constantes” de fragmentos y con la posibilidad de que se caigan algunos pináculos.
Un dron para poder analizar la situación
Ante la dificultad real de valorar la parte alta de la misma, se hizo incluso volar un dron que realizó un reportaje fotográfico en el que se vio “claramente” la situación real de pérdida de elementos. “Vista la gravedad del asunto y la posibilidad real de caída de fragmentos, incluso a la zona de paso de viandantes”, el abad de la Catedral pidió entonces una memoria a los arquitectos Juan Ignacio Amat e Ignacio Gómez, que fue entonces enviada a Fomento.
La Subdirección General de Arquitectura y Edificación informó “favorablemente” sobre la declración de “obras de emergencia” de restauración de la torre de la Catedral del Salvador. De esta manera, el organismo ha autorizado a los arquitectos a la realización de los trabajos de dirección facultativa de las obras y han ordenado a la empresa Alfaro Construcciones y Obras, SL la ejecución de los trabajos que “consideren oportunos” para corregir las deficiencias diagnosticadas para así evitar la situación de “gran peligro” y al arquitecto técnico Roberto García la ejecución de coordinar en materia de seguridad y salud durante estos trabajos.
Además, ha incoado expediente de gastos a justificar por un importe total superior a los 420.000 euros. Se espera que las obaras tengan un plazo de cuatro meses, después de haberse firmado esta semana el acta de replanteo e inicio de las obras.